I’m With You es lo último de los Red Hot Chili Peppers, banda californiana con una gran base de fan alrededor del mundo.
Hace 12 años Flea le pedía a John Frusciante regresar a grabar un nuevo disco con la banda.
El resultado fue Californication, su más grande éxito comercial. A este le siguieron By the Way que empezaba a mostrar indicios de una fórmula y Stadium Arcadium que la concretó al brindar 28 tracks en dos discos que sonaban a lo mismo, a nada y a todo.
John Frusciante decidió retirarse después de eso y ahora los Chiles Calientes regresan con Josh Klinghoffer como nuevo guitarrista y con nuevo disco.
I’m With You, producido por Rick Rubin, abre con Monarchy of Roses literalmente haciendo ruido. La batería retumba, Keidis murmurea la letra y antes del minuto arranca con el coro lleno de funk, lleno de ese sabor especial de Peppers.
Brendan’s Death Song, es dedicada a Brendan Mullen, un viejo amigo de la banda que falleció. La canción es acústica al principio y poco a poco va subiendo y llenándose de emotividad, verdaderamente buena.
Look Around llega unos tracks después y es quizá lo mejor del disco. Keidis mezcla bien su tradicional rapeo con coros más cantados mientras Klinghoffer logra que por un instante no extrañemos tanto a Frusciante.
El sencillo, The Adventures of Rain Dance Maggie fue elegido quizá por ser un tema que enmarca perfectamente el estilo de la banda, una canción que bien podría haber sido parte de Californication.
Por último, me gustó escuchar Happiness Loves Company por sonar como una clásica “Happy Song” que intenta hacerte brincar, sonreír y olvidar un poco el stress.
Quizá si hubieran optado por sólo 10 canciones y hecho una buena selección de ellas, estaríamos hablando de un muy buen disco, pero pareciera que hay cosas que sobran o que podían haberse ahorrado.
Mi debate interno al juzgar este material es la falta de ambición. Ni Chad Smith, quien estuviera tocando con Satriani; ni Flea que trabajó con Thom Yorke, logran traer nada nuevo a la banda; vamos, ni siquiera Klinghoffer quien trabajó previamente con gente como Beck o PJ Harvey .
Por otro lado, ¿Deberían sonar de otro modo? ¿Qué esperaba de los Chili Peppers? Pedir algo nuevo sería como pedir a Black Sabbath tocar un poco de house en el nuevo disco que preparan. Suena estúpido ¿cierto?
En conclusión, es probable que los muy fans lo reciban con gusto, siempre es grato recibir material nuevo de tu banda favorita; pero para los demás, este no deja de ser un álbum de rutina por una banda encasillada. Esperemos que en el futuro no sea sólo Barney de los Simpsons quien pida por los Chili Peppers.