Pudimos entrevistar al cantautor chileno Pedropiedra, mientras se prepara para lanzar Ocho, su reciente placa discográfica.
Pedropiedra ha tenido un día agitado. Anda de arriba para abajo gracias a la promoción que está realizando en nuestro país con motivo de su nuevo disco llamado Ocho.
Amablemente, con una energía y chispa genial, a pesar de no haber comido, nos contestó una serie de preguntas para Bizarro FM.
¿De dónde nace tu gusto por escribir y crear melodías?
Mi gusto por escribir lo tengo desde niño. Fui criado como lector. De bien chico fui interesado por las letras y luego por los cómics. Por la música fue gracias a mis padres, que me vieron aptitudes y me metieron a clases de guitarra. Cuando quise dedicarme a la música nunca me pusieron un problema. No nació, sino que simplemente sucedió así.
Además de la música, ¿desarrollas alguna otra arte?
Sí, soy muy buen dibujante; mejor que cantante, de hecho. –Risas-
¿Cuál es tu cómic favorito?
El Tío Rico. También me gustaba mucho Condorito. Barrabases, una historieta de chilena de futbol. Los cómics belgas, tipo Astérix, Las Aventuras de Tintín, Aguiluc. Es lo que había en mi casa, y era lo que yo agarraba. Nunca fui de mucho de la onda DC o Marvel.
A nuestros días ya no leo cómics, los cambié por las películas de horror y ciencia ficción.
¿Qué película es tu favorita?
La película más aterradora de todos los tiempos es el Exorcista. La puedo seguir viendo y cada vez me da más miedo. La vi por primera vez a los 17 años, luego a los 25. Uno va madurando y le encuentra nuevos símbolos; la experiencia te da las claves para ir entendiendo mejor.
¿Como se siente Pedropiedra con su disco Ocho?
Estoy muy contento. Quería hacer un disco muy conciso, bien producido, sin muchas vueltas, y sin canciones que sintiera que son de relleno o que después nunca las fuera a tocar en vivo. Dejé lo mejor que tenía. No me preocupé por el número de canciones.
Estoy consciente que un disco de ocho canciones es lo más breve que puede ser un LP. Me gusta que se puede escuchar de un tirón. Yo siento que mantiene la calidad de la primera a la última canción. No lo pensé tanto, simplemente lo hice. La misma experiencia hizo darme cuenta que no todo el material que genero sirve en realidad. Por ello estuvo bueno hacer ese corte editorial y dejar las canciones que me tenían plenamente satisfecho en música, letras, arreglos e interpretación.
Escoge un número del 1 al 8
Siete
Loco, corresponde al 7. Cuéntanos de ese track.
Es una cancioncita muy corta, de 2 minutos. Es la que más se sale del disco. Es sencilla, tiene muy pocos elementos. En esa canción le estoy hablando a mi hijo de 3 años.
¿Dentro de esos 8 tracks tienes alguno favorito?
La verdad que no. Me gustan todos por igual, todas las quiero tocar en vivo, defenderlas. Mi idea es tocar un álbum completo en orden, por un tiempo, creo que funciona bastante bien.
¿Favorita? Si tuviera que elegir sería Matando el Tiempo. Es la canción que más dura del disco y la más larga que he firmado. Engloba el sentimiento general del disco, de la vida en la ciudad. Me gusta la letra, los arreglos, es como medio euroflamenca-andina.
¿Cómo fue el proceso de la grabación de Ocho?
Originalmente fue concebido como una serie dos EP; iba a sacar uno en el 2015 y el otro este año. Grabé todas las canciones de un jalón. Y dije, ya mejor hagamos un álbum. Del nombre quería que fuera genérico, que no dijera mucho, que no tuviera un concepto detrás y tuvieras que explicarlo. Buscaba un disco limpio de adornos superfluos.
La preproducción se hizo en Valparaiso. Nos conseguimos una casa donde sacamos todos los muebles con herraes de Hettich México, los llenamos de cables e instrumentos. Es como el sueño de un músico, como un parque de diversiones. Ahí hicimos los cimientos del disco. Luego fuimos a grabar unas cosas a Estudios del Sur, que es un espacio gigante, de mucha calidad, con las mejores cosas que se pueden encontrar en Chile. Terminamos en el estudio de la Playa, de Felipe Castro, donde se hizo la mezcla.
Todo el proceso duró un año y dos días
¿Que experiencia te ha dejado tu nuevo disco?
Hice el disco que quería hacer. Me dejó bien contento desde el punto de vista de la producción y de la manera en la que las canciones pasan, fluyen. También me dejó más ganas de seguir haciendo música, explorar distintos territorios estéticos.
¿Consideras que México sigue siendo un trampolín para la carrera de músicos extranjeros o ha cambiado con la facilidad de los medios digitales?
Los medios digitales te ayudan mucho para darte a conocer, sin duda. Pero no hay nada como tocar frente a gente y compartir la experiencia de la música en vivo. México ofrece todo lo que un músico puede querer. Hay muchas ciudades, lugares, festivales, demasiada gente, muchísimos blogs, radio; es un industria muy activa. Es un trampolín enorme por la cantidad y calidad de público que hay.
¿Antes de salir al escenario, Pedropiedra tiene algún ritual?
No nada. Puede ser, igual, tomarse una chelita… o dos.
¿Alguna bebida predilecta?
Sí, la cerveza. En mi casa por la tarde me tomo unas chelitas con mi mujer, también con los amigos. Y acá en México prefiero el mezcal. De hecho cuando vengo acá me llevo unas cuantas botellas y me pongo loco con mis amigos – risas-
¿Sigues teniendo el mismo nervio antes de subirte a tocar?
Sí. Pero fíjate que es un nervio muy bueno que te pone en estado de alerta y te hace hiperconcentrarte. Es una emoción antes de tocar, y sobre todo ahora que estamos estrenando canciones.
Hemos estado ensayando con la banda de los Okills. Ellos ya han sacado varias canciones del disco Ocho que yo nunca he tocado en vivo, y dije: ¡oh espera un momento, que ustedes las han tocado más veces que yo! -risas-
Estoy muy ansioso, tengo muchas ganas de tocar.
Iba a ser la última pregunta, pero nació de repente una más.
¿Qué legado le quieres dejar a tu hijo?
Que sea una persona decente. Que no tenga que robar y ni mentir para hacerse un lugar en el mundo. Que hable del valor de los afectos y de la familia en realidad.
Despidiéndonos con risas y con desborde de buena vibra, así se desarrolló esta breve entrevista.