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vōx renace en “All My Besties”, un EP para sanar.

Hay artistas que no buscan encajar, sino crear un universo propio. vōx pertenece a ese tipo de espíritus que transforman la vulnerabilidad en arte, la introspección en manifiesto. Tras el lanzamiento de su álbum All My Best Friends Are Ghosts, la artista regresa con un nuevo EP, All My Besties, un proyecto que se siente como una carta abierta a la conexión humana, la empatía y la transformación.

Lejos de ser solo una colección de remixes, este EP funciona como una prolongación emocional de su historia. vōx no busca reinventarse desde el espectáculo, sino desde la honestidad. Cada track es una nueva conversación con el pasado, una reinterpretación del dolor, la memoria y la esperanza. Aquí, lo electrónico se vuelve espiritual; la experimentación, una forma de catarsis.

Entre la sombra y la luz

All My Besties llega después de un periodo de revelación personal para vōx. En los últimos meses, la artista compartió abiertamente que es autista, que vive con dolor crónico y que se identifica como asexual. No son etiquetas que definan su obra, pero sí la atraviesan, y escuchar este EP es entender que la creación puede ser también una forma de supervivencia.

Este disco no se siente diseñado para encajar en ningún algoritmo ni playlist de moda. Tiene un pulso más profundo: el de quien aprende a habitar su diferencia. Desde el primer tema, “Wild Animal Opus 1”, se percibe una energía contenida, una especie de ritual que abre paso a un viaje sonoro entre lo terrenal y lo intangible. Las texturas se expanden, los silencios respiran, y la voz de vōx se eleva como un eco de algo más antiguo que la música misma.

Un universo colaborativo

Lo más poderoso de All My Besties es su sentido de comunidad. Cada remix fue creado junto a artistas de distintas latitudes que orbitan en una sensibilidad similar: Blackbird Blackbird, Drum & Lace, Ben Sloan, LouLabelle y los mexicanos Karen y Los Remedios. No se trata de colaboraciones estratégicas ni de fórmulas de streaming, sino de diálogos artísticos reales, nacidos desde la empatía.

En “Hopeless (Ben Sloan Remix)”, por ejemplo, la percusión se convierte en un lenguaje emocional, una forma de acompañar la fragilidad sin invadirla. Sloan, conocido por su trabajo con The National y Moses Sumney, aporta un pulso orgánico que expande la dimensión humana del tema original.

Drum & Lace, por su parte, lleva “All My Best Friends Are Ghosts” hacia un terreno de ambient cinematográfico, donde cada frecuencia parece flotar entre luces y sombras.

Y “You Can Get Better (LouLabelle Remix)” cierra el EP con un aire esperanzador, como si después de todo el caos emocional, la calma fuera posible.

El encuentro con México

Entre todas las piezas, “I Hope (Karen y Los Remedios Remix)” destaca como un puente de mundos. El dúo mexicano, reconocido por su cumbia downtempo y su estética mística, logra entrelazar su identidad con la de vōx de manera natural. El resultado es una versión que suena a ritual compartido, a vulnerabilidad traducida en ritmo.

Las voces de vōx y Karen se intercalan con fluidez, sumando versos en español que amplifican el mensaje de esperanza del tema original. No es una simple reinterpretación: es un encuentro entre sensibilidades que, sin proponérselo, dialogan sobre lo mismo —la búsqueda de conexión, el deseo de sanar, la aceptación de la diferencia.

Este remix también representa algo más grande: la forma en que la música independiente conecta culturas sin necesidad de etiquetas. vōx no llega a México desde el exotismo, sino desde la empatía. Y en esa cercanía radica su autenticidad.

Una artista que se atreve a sentir

Hablar de vōx es hablar de alguien que lleva años creando desde la introspección. Su música no pretende agradar a todos; busca resonar con quienes entienden que el arte es un espacio para sentirse menos solos. En una industria saturada de artificio, ella ofrece silencio, honestidad y vulnerabilidad.

Su voz —etérea, casi espectral— se ha escuchado en escenarios como Sónar Barcelona, MUTEK Tokyo y en cuatro noches junto a Kraftwerk en Berlín. Pero más allá de las credenciales, lo que la distingue es su coherencia: vōx no interpreta un personaje, habita su propia verdad.

En All My Besties, esa verdad se expande hacia otros cuerpos, otros sonidos, otras perspectivas. Cada colaboración parece un espejo distinto que devuelve una versión nueva de ella misma. Y al escuchar el EP completo, el oyente también se reconoce en esas transformaciones.

Entre la vulnerabilidad y la fuerza

Hay algo profundamente liberador en cómo vōx aborda su historia. En su álbum anterior, narraba su vida en tres actos: la infancia silenciosa, la juventud confundida y la adultez que reclama su poder. Este nuevo EP actúa como un cuarto acto, una epílogo de reconciliación. Aquí no hay dramatismo ni victimismo, sino aceptación.

Los sintetizadores se abren como respiraciones, los beats laten como corazones cansados pero persistentes. All My Besties es un trabajo que se escucha mejor de noche, con audífonos, sin distracciones. No porque sea un álbum “difícil”, sino porque requiere presencia. Es un espacio íntimo donde las emociones encuentran forma y sonido.

Una carta abierta a quienes sienten distinto

Escuchar a vōx es reconocerse en la diferencia. Su música abraza a quienes han sentido que no encajan, a quienes viven entre mundos. En tiempos donde todo se mide por clics y tendencias, ella ofrece algo más valioso: una experiencia genuina, una conexión que no se puede cuantificar.

All My Besties no busca impresionar; busca acompañar. Es el tipo de proyecto que redefine lo que significa colaborar: no para expandir mercado, sino para expandir alma. Cada artista invitado se convierte en testigo de ese proceso de sanación, en cómplice de un viaje colectivo hacia lo real.

Un EP para escuchar con el corazón abierto

All My Besties es una experiencia que invita a detenerse, a sentir y a conectar. Es música para quienes encuentran belleza en la fragilidad, para quienes entienden que el arte no siempre debe ser perfecto para ser poderoso.

vōx nos recuerda que el acto de crear —y de escuchar— sigue siendo una forma de resistencia. En un mundo saturado de ruido, ella ofrece silencio. En una época de máscaras, ofrece vulnerabilidad.

Este EP es su forma de decir: “aquí estoy, sin filtros, con todo lo que soy”. Y eso, en sí mismo, ya es un gesto revolucionario.

Escuchar All My Besties no es solo seguir la carrera de una artista; es entrar en un universo donde la emoción y la verdad tienen su propio ritmo.

Dale play con calma. Respira. Déjate tocar por las frecuencias que hablan sin palabras.

Porque la música no se explica.
Se siente.

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