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Viva Suecia presentó recientemente su nuevo sencillo Deja la luz encendida, un tema que marca el segundo adelanto de su próximo álbum de estudio.

Viva Suecia - Deja Encendida Una Luz

A pocos días de su presentación como invitados especiales de Enjambre en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México, el cuarteto español, Viva Suecia, reafirma su compromiso emocional con el público latinoamericano, mientras expande los límites de su sonido con una producción arriesgada y honesta.

Con una letra que oscila entre la rendición emocional y una luz de esperanza, y un videoclip filmado en el Casino Real de Murcia, Deja la luz encendida muestra a un Viva Suecia más introspectivo y cinematográfico, sin perder la energía visceral que los caracteriza.

A estas alturas, resulta imposible hablar del nuevo rock español sin mencionar a Viva Suecia. Formados en Murcia a mediados de la década pasada, han sabido ganarse un lugar protagónico en la escena con un discurso directo, emocional y sin pretensiones. Su éxito ha sido sostenido, creciente y profundamente conectado con la honestidad de su propuesta: letras que raspan, melodías que curan y una puesta en escena que no deja indiferente a nadie.

En Deja la luz encendida, Viva Suecia ahonda en esa estética de claroscuros que siempre les ha funcionado, pero lo hace desde una producción mucho más refinada. El tema fue producido por Paco Salazar, reconocido por su capacidad para combinar lo orgánico y lo digital sin perder calidez. Desde el primer acorde se percibe un enfoque más internacional, con arreglos cuidados y una mezcla que apuesta por el dramatismo sin caer en excesos.

Rafa, vocalista de Viva Suecia, explica el espíritu de la canción en una entrevista reciente: “Es esa búsqueda de luz cuando estás en el pozo. Todos hemos pasado por momentos donde no vemos razones para seguir, pero siempre hay alguien que nos recuerda la belleza de vivir.” En ese sentido, Deja la luz encendida funciona como una carta de despedida con esperanza, un “por si acaso vuelves” envuelto en guitarras distorsionadas y reverberaciones nostálgicas.

El videoclip, dirigido por el equipo creativo de la banda y protagonizado por el actor Canco Rodríguez, propone una narrativa visual hipnótica, sin aferrarse a una interpretación literal de la letra. La apuesta visual se vuelve así una extensión artística de la canción, creando un diálogo entre la imagen y el sonido que refuerza la experiencia emocional.

Pero lo más significativo del lanzamiento es el contexto en el que ocurre. El sencillo llega a días de que Viva Suecia se presente por primera vez en el Palacio de los Deportes, uno de los recintos más emblemáticos de la Ciudad de México, como acto invitado de Enjambre en dos fechas que ya son sold out. Este hito representa no sólo una consolidación de su relación con el público mexicano, sino una nueva etapa de internacionalización en la que la banda se lanza con convicción.

Tocar en el Palacio es surreal. En 2017 tocamos frente a 200 personas en el Galito, y ahora esto… Es un salto increíble. Nos emociona volver a sentirnos nuevos ante un público distinto”, comenta Paco, bajista de la banda. La humildad y la emoción son palpables, incluso después de haber agotado dos fechas consecutivas en el Movistar Arena de Madrid para octubre de 2025 y marzo de 2026.

El álbum que incluirá Deja la luz encendida se lanzará en otoño de este año y, según adelantan los miembros del grupo, será un disco cargado de libertad creativa. “Hicimos todo lo que en otros discos no nos atrevimos, dice Rafa, “exploramos texturas más crudas, estructuras más complejas y nos dejamos llevar por lo que la canción pedía sin miedo a sonar distintos.

De hecho, una de las transformaciones más evidentes está en la ambición sonora. Jorge, guitarrista de Viva Suecia, admite que su objetivo era sonar más “guiris”, con un enfoque más cercano a bandas anglosajonas como The National, Foals o Interpol, influencias reconocidas del grupo desde sus inicios. El resultado es una mezcla potente entre melancolía y distorsión, con letras que no rehúyen la crudeza emocional.

En cuanto al setlist que presentarán en el Palacio de los Deportes, la banda promete una combinación de sus éxitos más coreados y los nuevos temas, con una intensidad que refleje su deseo de conquistar al público mexicano con honestidad. “Será un torpedo de 40 minutos: canciones nuevas, clásicos y mucho rock. Si logramos que alguien llegue a casa y busque nuestra música, ganamos”, afirma Rafa.

Más allá del éxito comercial o de las cifras, lo que distingue a Viva Suecia es su capacidad de conectar. Sus letras, crudas pero cercanas, resuenan tanto en un adolescente de Guadalajara como en un adulto de Madrid. Hay algo universal en sus canciones, una especie de lenguaje común que atraviesa geografías y generaciones.

Las canciones no son poemas con música. A veces un riff te pide cierta letra, o una frase necesita un cambio de ritmo. Cuando esa comunión fluye, es magia pura”, comenta Jorge con respecto al proceso creativo de la banda. Y esa magia se traduce en canciones que se quedan, que se repiten en la cabeza y que muchas veces dicen lo que uno no sabe cómo expresar.

Mientras tanto, su vínculo con Latinoamérica sigue creciendo. “No sabemos por qué conectamos tanto allá, dice Paco. “Bandas enormes en España fracasan allá y viceversa. Nosotros solo hacemos lo nuestro con honestidad.” Esa autenticidad parece ser el hilo conductor de una historia que apenas comienza a escribirse al otro lado del Atlántico.

La gira por México, el lanzamiento del nuevo álbum y el creciente interés del público latinoamericano auguran un futuro prometedor para Viva Suecia, una banda que ha sabido construir su lugar con paciencia, verdad y canciones que acompañan.

Como ellos mismos lo dicen: “Volveremos a México siempre que nos dejen. Esta relación es real y queremos hacerla crecer.” Y con temas como Deja la luz encendida, el camino hacia esa conexión parece cada vez más luminoso.

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