Los Babasónicos se presentaron el pasado 30 de agosto en el Auditorio Nacional.
El año pasado, los Babasónicos ya había visitado nuestro país para presentar su disco “Trincheras”. En esta ocasión, regresaron con un show independiente para complacer a todos sus fans.
El concierto comenzó con los Babasónicos entrando al escenario del Auditorio Nacional. Un ya clásico telón cubría la pantalla del recinto. La banda tocó su primera canción manteniendo la escenografía intacta, para luego abrir el telón y revelar la pantalla que los acompañaría durante toda la noche. Sin embargo, debo admitir que me decepcionó un poco cuando los visuales que acompañan a los artistas son simples. Aunque esto no afecta la calidad del show, después de asistir a conciertos durante casi tres años, puedo asegurar que unos buenos visuales mejoran la experiencia mil veces.
Algo que me encanta del Auditorio Nacional es su audio. Se nota que este lugar fue diseñado para recibir a los músicos más importantes del mundo, y es un placer escuchar cómo todos los sonidos tienen su presencia bien definida. En el caso de los Babasónicos, el bajo y el pedal de batería sonaban deliciosos; sentir ese ritmo en el pecho es una de mis experiencias favoritas. Es algo que le aplaudo a su ingeniero de sonido, porque no todos logran ese efecto. Incluso he tenido la desgracia de escuchar bandas que arruinan el maravilloso audio de este icónico lugar.
Esta fue la primera vez que tuve la fortuna de escuchar a los Babasónicos en vivo, y quiero admitir que tenía miedo de que no sonaran igual en vivo que en mis audífonos. Aunque, claro está, que nunca será lo mismo, el trabajo que hacen es espectacular, logrando que su presentación suene bastante limpia y armónica.
Durante el concierto, cuando la situación y el ritmo lo ameritaban, el vocalista de los Babasónicosse dejaba llevar por la euforia que solo la música en vivo genera, regalándonos coreografías llenas de energía.
Aunque, por supuesto, no todo puede ser perfecto. Además de los visuales, debo reconocer que en algunas ocasiones se produjeron pequeños choques de instrumentos entre canción y canción, lo cual resultaba algo molesto. Sin embargo, es el precio que se paga por tocar con tanta energía y alegría.
Voy a confesar que soy una persona que escuchó por primera vez a los Babasónicos con su último disco, “Trinchera” del 2022, el cual incluso estuvo nominado a un premio Latin Grammy. Ese disco me encanta, me parece espectacular. Quizás no ganó el premio ese año, pero a nivel sonoro sigue pareciéndome el mejor. Finalmente poder escuchar en vivo algunas de estas canciones me hizo muy feliz.
Aproximadamente a la mitad del concierto, tocaron “Bye Bye“, una de las canciones pertenecientes a “Trinchera”. Aquí utilizaron unos visuales sencillos alusivos a la canción. En verdad fueron muy básicos, pero eso le dio un toque especial. A esto me refiero cuando hablo de que, si tienes la producción de una banda grande y un recinto tan importante y con tanta calidad, deberías explotar al máximo el lugar. Siento que me he vuelto muy exigente con los visuales.
Hacia el final del concierto, los Babasónicos cerraron con una selección de sus mayores éxitos, lo que desató una ola de entusiasmo entre el público. Canciones icónicas como “Ingredientes” y “Cicatriz” resonaron en el Auditorio Nacional, haciendo que todos los presentes se pusieran de pie y cantaran a todo pulmón. La energía que se vivía en el recinto era palpable, y la banda demostró por qué ha logrado mantenerse vigente durante tantos años en la escena del rock latinoamericano.
El carisma del vocalista, Adrián Dárgelos, y la impecable ejecución de cada uno de los miembros de la banda, dejaron claro que Babasónicos sigue siendo una fuerza creativa y poderosa en el escenario. A lo largo de la noche, se notó una conexión genuina entre la banda y su público, una especie de complicidad que hizo del concierto una experiencia inolvidable para todos los asistentes.
Al concluir, los Babasónicos se despidieron con un agradecimiento sincero, dejando en claro que México siempre ha sido un lugar especial para ellos. Mientras los aplausos resonaban en el Auditorio Nacional, quedó evidente que la banda sigue en su mejor momento, capaz de ofrecer un espectáculo que no solo cumple, sino que supera las expectativas de sus seguidores. Sin duda, una noche para recordar.
Fotos Cortesía de: Ocesa/Santiago Covarrubias
