El pasado domingo 25 de agosto del 2024 Alex Anwandter nos regalo una mágica noche en el Lunario del Auditorio Nacional
Alex Anwandter Donoso, originario de Santiago, Chile, ha sido una figura clave en la música y cultura latinoamericana desde sus inicios como líder de la banda Teleradio Donoso, hasta su actual estatus como un respetado artista en solitario. Con una carrera marcada por la innovación, la versatilidad y un fuerte compromiso social, Alex Anwandter ha dejado una huella imborrable en la escena musical, y su regreso a México fue un evento inolvidable.
Alex Anwandter creció en un ambiente que fomentó su creatividad desde temprana edad. Su padre, Paul Anwandter, un coach y autor que vivió en Brasil antes de establecerse en Chile, fue una influencia importante en su vida. Alex Anwandter, quien desde niño tomó clases de violín, mostró un talento natural para la música. Aunque inicialmente estudió psicología y pasó por la Escuela Moderna de Música, pronto se dio cuenta de que su verdadero llamado estaba en la creación artística, fuera de los moldes tradicionales.
En 2005, Alex Anwandter formó la banda Teleradio Donoso junto a Martín del Real y Juan Pablo Wasaff. La banda rápidamente se destacó en la escena chilena, lanzando su primer álbum en 2007 y recibiendo elogios por su sonido fresco y original.
Sin embargo, en 2009, la banda se disolvió debido al agotamiento y el estrés que sentía Alex Anwandter. Este punto de inflexión en su vida lo llevó a explorar nuevos horizontes en su carrera musical.
Antes de la separación oficial de Teleradio Donoso, Alex Anwandter ya estaba trabajando en un nuevo proyecto musical en solitario bajo el nombre de Odisea. Este proyecto representó un cambio significativo en su estilo, alejándose de las guitarras y acercándose a los sintetizadores y un sonido más bailable. El álbum Odisea, lanzado en 2010, incluyó el sencillo “Cabros”, cuyo video, dirigido por el propio Alex Anwandter, ganó el premio al mejor vídeo en el Festival del Videoclip organizado por Suena.cl y la Pontificia Universidad Católica de Chile.
En 2011, Alex Anwandter lanzó su primer álbum bajo su nombre real, Rebeldes. Este disco no solo fue un éxito comercial y crítico, sino que también marcó el comienzo de su activismo público en temas LGBTQ+. Tras el asesinato de Daniel Zamudio, un joven chileno víctima de un ataque homofóbico, Alex Anwandter dedicó su música y voz a la lucha por los derechos homosexuales en Chile. Canciones como “Tatuaje” y “Cómo puedes vivir contigo mismo” se convirtieron en himnos de resistencia y autoafirmación.
El regreso de Alex Anwandter a México fue un evento muy esperado por sus seguidores. En esta ocasión, presentará su más reciente álbum Dime Precioso, que ha sido descrito como una obra maestra de pop-rock con melodías irresistibles. Este nuevo trabajo no solo continúa con la rica tradición musical de Alex Anwandter, sino que también explora nuevas direcciones, mostrando su constante evolución como artista.
Ahora, quiero compartir mi experiencia personal en el concierto de Alex Anwandter, para que puedan entender por qué este evento es imperdible. Desde el momento en que las luces se apagaron y comenzó la primera nota, supe que estaba a punto de vivir algo especial. La energía de Álex es contagiosa; su pasión por la música y su mensaje se sienten en cada acorde, en cada letra.
El espectáculo visual es otro elemento destacado. Las luces, sincronizadas perfectamente con la música, crean una atmósfera envolvente que te hace sentir parte de algo más grande. Cada canción es interpretada con una intensidad que va más allá de lo que se escucha en sus álbumes. Es en vivo donde Alex Anwandter realmente brilla, mostrando no solo su talento musical, sino también su capacidad para comunicar emociones complejas y conectar con su audiencia de una manera auténtica.
Alex Anwandter es un artista que ha sabido reinventarse constantemente, explorando nuevos sonidos y abordando temas importantes con valentía y creatividad. Su regreso a México fue una oportunidad única para experimentar su música en vivo, en un espectáculo que fue tanto una fiesta como un espacio de reflexión y conexión emocional.
Fotos: @edgarsagra