Hay un dicho dentro del mundo del periodismo: la pluma es más fuerte que la espada; dentro de la jerga periodística pocas veces debe ser menospreciado, ya que la diferencia entre un gran triunfo o una derrota puede estar una nota, una palabra o incluso una película; esto fue lo que sufrió el genio de los medios William Hearst, que tuvo una linda batalla con Mank.
Herman Jacob Mankiewicz fue una figura dentro del cine norteamericano e incluso intelectual, un tipo fantástico, brillante, un genio con el que cualquier personaje de alcurnia quería conocer, lamentablemente para Herman el ser de estar forma hizo que viviera eternamente en un duelo interno, su ideología de izquierda no era compatible con su fresco estilo de vida, no obstante siempre fue un personaje deseado con todo y sus problemas de adicciones.
Netflix vive en la actualidad un presente muy parecido a Mank, está intentando siempre dar una cara dulce y agradable, pero por dentro esconde que es mucho más, así como el director de este nuevo proyecto. David Fincher, conocido no solo por sus grandes películas como Zodíaco, El club de la pelea, o La red social ; sino por ser también un gran admirador de la historia del cine.
El concepto de carta de amor tomara un nuevo episodio pero sin duda debe ser merecido este adjetivo, ya que Mank va rumbo a convertirse en el filme insignia del estudio de Streaming que se atrevió a ir por más.
Mank (Gary Oldman) está prácticamente acabado, el alcohol y los excesos están haciendo que su vida se vaya rumbo a un osario fino, lleno de sus incontables talentos; el que fuera gloria de grandes periódicos como el NY Times o el New Yorker estaba acabándose poco a poco.
Herman recibe una nueva inspiración en el joven maravilla del teatro, un desconocido que llegaba golpeando fuerte de nombre Orson Welles (Tom Burke) que con apenas 25 años tenía entre sus manos un proyecto único, una película que venia lista para golpear las grandes cabezas, pero que necesitaba el trabajo del acaecido guionista.
En el papel sonaría muy lindo para ser cierto, pero los retos y duros caminos apenas comenzaban para el nuevo equipo. ¿Serán capaces Mank y Welles de poder realizar su bestial proyecto ante toda la grande familia del Hollywood dorado?
Mank, un genio que se juega sus últimas cartas ante los reyes del cine con una historia que buscó decirles en su cara a los pesos pesados de la industria que el yugo debía terminar (Citizen Kane).
Realmente debo de mencionar que siento no estoy exagerando cuando les cuento que estamos probablemente ante el evento cinematográfico de este año tan increíblemente raro; Mank llega gracias a la audacia personal de David Fincher, puedo decirles que este trabajo es uno de los más personales del director ya que está basado en el guión de su padre Jack Fincher.
El finado periodista demostró durante toda su carrera su devoción al Hollywood dorado y sobre todo a las suspicacias generadas por los miedos que tenían los medios de comunicación en aquellos días sobre las ideas comunistas y racistas; muchos podremos irnos con las actuaciones del filme lo cual es lo más natural.
No obstante el guión de Fincher es el elemento más poderoso de Mank, retratando perfectamente las denuncias sobre los vicios del glamour en aquella época.
Y es que si tienes un guión excelente, las actuaciones sin duda deben serlo, por ello toman tanto valor las conocidas habilidades y mañas que tiene una gloria del cine moderno como lo es el británico Gary Oldman.
Cuando pensábamos que había tocado su techo al ser oscarizado por su trabajo en Las horas más obscuras, nos da una muestra de su soltura y habilidades únicas para revivir al controversial Herman Mankiewicz; dándole esos toques cómicos que según cuentan los historiadores tenía en su área el genial escritor, pero conservando y dando con sólidos momentos la solemnidad y carácter poderoso que tenía el cosmopolita neoyorquino.
Imaginen como debió ser trabajo de Oldman si tan solo dimensionamos el gran reto que tenia Mank enfrente; la pelea de ideales y me atrevo a decir por su propia vida ante un magnate de los medios como William Hearst (Charles Dance) además de todas sus adicciones.
La pluma es más poderosa que la espada, la desesperación, esperanzas y sueños de Mank los vemos hechos carne con la piel de un Oldman muy personal, más humano; por ende mejor actor.
Las múltiples figuras del cine que veremos por Mank, pasando desde Louis B. Mayer (Arliss Howard), Irving G. Thalberg (Ferdinand Kingsley), David O. Selznick (Toby L. Moore) nos dan una cátedra auténtica de cómo se llevaba a cabo la magia del cine en la época dorada de Hollywood.
Pero la que logra regalarnos al fin un golpe en la mesa con su actuación es la siempre infravalorada Amanda Seyfried en el rol de la polémica actriz Marion Davies; madre de la polémica en esta conocida historia del cine.
Aderezada esta controversial historia con el hermoso trabajo de fotografía de Erik Messerschmidt como ya es costumbre dentro de la filmografía de David Fincher, así como la música de Trent Reznor y Atticus Ross, Mank logrará ser considerada una de esas películas clásicas del cine dentro del cine.
Un homenaje a los grandes tiempos y una critica sobre las batallas que tenían que enfrentar los creativos ante el poder y fanfarria de los grandes jefes.
Mank, el nuevo filme del cineasta David Fincher, con Gary Oldman, Amanda Seyfried, Arliss Howard, Charles Dance, Tom Burke y Lily Collins con el guión de Jack Fincher nos narra la polémica epopeya que tuvo que vivir el escritor Herman Mankiewicz para poder llevar a cabo la realización del guión del histórico filme Citizen Kane de Orson Welles.
A modo de flashbacks conoceremos las razones, las envidias, la censura y la lucha que se vivió para poder llevar una obra cumbre en el mundo del cine.