Saint Maud, la película de suspenso que necesitábamos, ¡checa los detalles!
En el nombre del padre, del hijo y del buen cine de suspenso; la cinematografía británica no se ha destacado últimamente por contestar nuestra plegaria en cuanto al género del terror; si bien sus filmes clásicos son ejemplos de lo que es tenernos sentados a la orilla de la butaca; es por ello que Saint Maud nos cae como un milagro.
Es difícil poder rescatar algo de estas magnitudes, por eso podemos catalogar como una auténtica intervención divina la nueva propuesta de la realizadora británica, Rose Glass.
Curiosamente el evocar a las causas y fervores religiosos, nos llevan al punto de tener que tocar una clase de miedo que siento es muy valido, los valores o dogmas nos dan para poder contar historias que creo yo, incluso dan mucho más escalofríos y angustia que cualquier monstruo o fantasma de casa embrujada.
El terror tiene orígenes más comunes de los que imaginamos y esto podremos vivirlo a flor de piel cuando veamos Saint Maud. La historia nos llevara a conocer la vida y creencias de Maud (Morfydd Clark) una enfermera que después de sufrir un trauma bastante fuerte, entrega su vida, fe y obras a seguir las enseñanzas y valores de Cristo con la religión Cristiana.
Llega un momento en la vida de Maud que cruza sus caminos con una bailarina ya retirada llamada Amanda (Jennifer Ehle), su nueva devoción y fe hacen que Maud no solo le dé cuidados extremos a su nueva paciente, sino que la harán tratar de salvar el alma de Amanda sea cual sea el costo.
Saint Maud nos muestra, como lo mencionamos en la sinopsis, los caminos que en muchas ocasiones siguen fielmente los fanáticos religiosos, que lejos de tener un fervor perpetuo en sus creencias, llegan a momentos de auténtica locura para convencer a otros que su rey y sus valores son los únicos que valen para todos.
Debemos destacar la incursión sorpresiva del nuevo talento femenino en la dirección de Saint Maud, Rose Glass merece todas las palmas por esta su opera prima, además de ser la guionista de este cuento de horror sobre el fanatismo desmedido, nos llevará a sentir el miedo auténtico.
Saint Maud no es la clásica película religiosa con apariciones de santos o demonios, nos lleva a comprender que estas presencias viven en nosotros y cuando se descontrolan nos hacen sentir un auténtico infierno en vida.
Pocos proyectos suelen llevar el suspenso de esta forma, si bien para muchos puede ser lenta o a cuenta gotas, es esa sensación la que nos hace permanecer alertas en todo momento.
Es por ello que con la combinación musical de Adam Janota Bzowski y la estupenda fotografía de Ben Fordesman harán que vivir la experiencia de Saint Maud sea una verdadera aventura para poder abrirnos a sentir miedo en los lugares donde mucha gente encuentra su paz como lo es la religión.
Las actuaciones son justamente lo que se necesitaba para sentir este terror en un tono muy serio y se lo debemos a la también británica Morfydd Clark, su trabajo es tan espectacular que nos hace vivir esa delgada línea entre la locura y la fe; a fuego lento y con mucha pasión, los exorcismos vuelven a tener más presencia en el cine con actrices como Clark.
Saint Maud de la británica Rose Glass, con las actuaciones de Morfydd Clark, Jennifer Ehle, Lily Frazer y Lili Knight es una película que nos narra la transformación de fe de la enfermera Maud, pero tanta es su fe en Cristo que la llevará a límites bastante insanos, rozando la histeria, el frenesí y el terror.
Saint Maud es una propuesta totalmente femenina que nos hace valorar y pensar que la historia de Rose Glass tendrá ecos divinos en el cine de este género tan maltratado.