Desde Córdoba Capital, Argentina, Los Caligaris nos regalaron una excelente celebración de sus 23 años de carrera con un concierto vía streaming en el que se lucieron.
Mientras en México nos seguimos preguntando si Los Caligaris son o no una banda de ska, ellos siguen avanzando en la gran carrera que han forjado en estos 23 años y cosechando muchísimo triunfos que, le duela o no a la policía del ska, son para presumirse.
Con un set que simulaba una casa, Martín Pampiglione dio la bienvenida al concierto #VivoEnTuCasa que sin duda quedó perfecto porque nos hicieron sentir como si estuvieramos en una reunión con los amigos en modalidad nueva normalidad.
Como ya nos tienen acostumbrados, Los Caligaris hicieron una mezcla de ejecución musical y magia que seguramente a todos dejaron muy sorpendidos.
La casa de Los Caligaris se conformaba por tres habitaciones, la estancia o escenario principal, donde vimos la mayor parte del concierto y disfrutamos de rolas como Kilómetros, Que corran, Asado y Fernet, Añejo W y un listado que nos hicieron recordar las primeras visitas de la banda a México.
La segunda habitación era un pequeño cuarto donde las rolitas más íntimas sonaron, adornado con una pequeña cama, un teclado que simulaba un tocador, una bateria y una ventana por donde podíamos ver a los metales de la banda cuando tenían que sumarse a las rolas.
Una tercera habitación fue una cocina, donde Los Caligaris dejaron claro que lo suyo es la música y no la cocina, en un intento fallido de hacer un pastel o torta, como le llaman en Argentina, estuvieron a punto de quemar todo el set, claro todo controlado, pero fortaleciendo el dicho zapatero a su zapato.
Una noche bastante agradable, dos horas que se pasaron muy rápido mientras disfrutamos de anécdotas de conciertos y rolas que seguro desde casa se disfrutaron de manera muy diferente a estar en un concierto.
La fiesta que arman Los Caligaris no cambia si están en vivo sobre un escenario o en un streaming, la energia que Juan Taleb, Martín Pampiglione, Raúl Sencillez y toda la banda emiten, es impresionante.
Aún sin invitados en el escenario, Los Caligaris hicieron bien la chamba y, aunque sí hicieron falta esas voces de amigos, las rolitas rifaron y todos acompañaron cantando desde su ronco pecho en casa.
La distancia no ha sido un problema para ellos, parar fue un buen momento para reinventarse y repensar la forma en que Los Caligaris celebrarían un año más de carrera y no sólo es un festejo para los músicos, sino también para todo el staff que ha estado detrás de los shows que se han realizado durante esta pandemia.
Una fiesta muy diferente, una sensación que sin duda no cumple con la emoción de un conciertos en vivo, pero que deja claro que no hay forma que la música se detenga y que sigamos disfrutando de grandes presentaciones que con el tiempo se irán perfeccionando y podremos ver mejores shows.
Sin duda ha sido un año difícil, pero aquellos que sepan sacarle provecho a la tecnología, son los que van a mantener la vigencia con su público y la neta es que Los Caligaris son una de las bandas que se debe tener como referente para mantenerse en contacto con el público.
Seguramente cerraremos el año con varios conciertos y festivales de manera digital donde Los Caligaris seguirán con el festejo de sus 23 años y les guste o no, se lo han ganado con esfuerzo y demostrando que el trabajo constante da buenos resultados.
Hay Caligaris para rato y claro que esperamos el momento para ir a un concierto, mientras no sea posible, agradecemos el esfuerzo que hacen por llevar la música de manera digital a la gente.