Después de once años, Doves estrena nuevo álbum, y parece que nunca se hubieran ido. Se trata de The Universal Want, prueba de lo que se puede lograr a pesar del distanciamiento.
Es grande el cariño que se le tiene a Doves en cuanto te dejas llevar por su excelente catálogo. Es por eso que el anuncio de su primer disco en once años, no es nada menos que emocionante. Pero todo regreso siempre es un riesgo.
De alguna manera, Jimi Goodwin (bajo-voz), Jez (guitarra) y Andy Williams (batería) lo lograron. A pesar de la década distanciados, encontraron el camino para entregar un trabajo a la altura de sus antecesores. Con todo el respeto a varios, The Universal Want (2020) es el mejor comeback album del año.
Aunque se trata de un proyecto nacido en la era post britpop, con cada lanzamiento lograron aumentar expectativas entre fans y críticos. Prueba de ello son The Last Broadcast (2002) y su anterior placa discográfica Kingdom of Rust (2009).
Por su propio origen temporal no sorprenden los sentimientos cálidos y magnánimos en el quinto disco de Doves. Tampoco es radical el cambio en producción. Fácilmente pudiera pasar por un lanzamiento de la década pasada.
Pero The Universal Want es un nuevo monstruo de elementos sonoros. Capas de producción y tintes de rock progresivo que normalmente harían más pesada su escucha. Sin embargo, en cuanto Forest House llega a su final, rápidamente quieres regresar al inicio. Una y otra vez, creciendo con cada reproducción.
Ya daban aviso con Carousels, primer single develado en diez años, y también apertura del álbum. Una canción que ya puede ser tomada en cuenta como una de las mejores en la historia de Doves. Nostálgica en lírica y truculenta en arreglos, atrapa tu atención y resume las cualidades de esta nueva obra discográfica.
Aun así, es cuando suena I Will Not Hide que sabes que este disco podrá sobrepasar toda intuición. El relieve sonoro entre guitarras acústicas y pequeños loops, van construyendo la experiencia hasta su catártico coro.
Broken Eyes, otro de los singles del álbum, es un corte más clásico de Doves. Los arreglos de cuerdas comienzan a engrosar la producción del disco. A su vez, las letras son más claras en su propósito. Mensajes aún más explícitos en For Tomorrow, tanto que parecieran descriptivos del fatídico 2020.
“For Tomorrow We will Breathe Again”, canta Jimi, como si quisiera levantar el temple de todo escucha. Probablemente la letra más inmediata y memorable de The Universal Want.
A primera impresión, algunos de los puentes alargan de más cada tema. Pero en realidad no existe momento gratuito en ellos. Tanto como realce de sus coros, como evidencia de los tintes progresivos del trío de Manchester. Son experimentos instrumentales que no pierden sabor al escucharlos nuevamente.
Mientras Cathedrals of the Mind transita hacia el pop psicodélico, Prisoners nos devuelve la energía al cuerpo. Su frenético ritmo y elegantes arreglos vocales, muestran porque Doves siempre fue de las mejores facetas del rock británico moderno.
Ya para Cycle of Hurt, es difícil desengancharse de la vorágine de este disco. La guitarra es ahora el elemento catártico de uno de los momentos más memorables del LP.
Mother Silverlake continúa con el espíritu del álbum, pero es Universal Want la que entrega el mensaje definitivo de sus creadores. Un discurso cálido que más que esperanza insiste a la humanidad a estar alerta.
El final del camino con Forest House pareciera un epilogo acústico en el papel. Sin embargo, los británicos no pierden la oportunidad de sorprender a cada segundo. Elementos electrónicos en construcción constante de cada track. Sigilosamente, sus beats marcan la lenta salida de este viaje, de esos que no quisieras que terminaran.
Se puede decir que The Universal Want es una inmejorable continuación del legado de la banda británica. Si bien no se separaron formalmente hace diez años, merecen ser recibidos otra vez por el mundo. Uno diferente, pero a la vez tan necesitado de canciones como las de Doves.
Escucha The Universal Want de Doves por tu stream favorito.