Con un concierto inolvidable, los regiomontanos Serbia conquistaron este sábado el Lunario del Auditorio Nacional.
El rock es atemporal. Nadie podría decir que el rock ha muerto o que pretenda salvarlo. Quien lo intente, solo caerá en la majadería. Sin embargo, no hay parámetros para hacer rock, pero sí unos cuantos tips para que tu rock perdure en el tiempo. Hoy, les contaré sobre uno en específico: la perseverancia.
Serbia es una banda de rock que viene haciendo cosas desde 2012. 2015 fue un año crucial para la banda por 3 puntos en particular: fueron al reconocido festival South by Southwest (SXSW), sacaron su primer LP Secretos del sol y conquistaron el Foro Indie Rocks de la CDMX. Sin embargo, y como comenté más arriba, la perseverancia es clave.
A finales de 2019, la banda se embarca en 2 proyectos muy especiales, el primero, la oportunidad de llevar su música a Colombia y el segundo, tal vez el más importante, llevar a sus fans de la CDMX un show aún más memorable que el de 2015 en el Lunario del Auditorio Nacional.
Tuve la oportunidad de platicar con los chicos el martes previo al concierto en El Soundcheck y recuerdo que las expectativas para este show eran gigantes. Había que lograrlo y que fuera cada vez mejor. La banda estuvo en la CDMX trabajando muy duro para que este concierto pasara de lo que imaginaban ofrecer a lo que su público y asistentes pudieran disfrutar.
La perseverancia hizo de las suyas el sábado, debo admitirlo. Campuzano y Flecha al aire, bandas invitadas de la noche, destacaron como buenos abridores de un concierto que llevaba más de 4 meses gestándose y este era el momento de rockear. Campuzano con su mezcla de rock/pop y Flecha al aire recordándonos un poco de Nü-metal, subgénero que, como dije más arriba, no muere, solo evoluciona y se adapta a los nuevos tiempos.
“Nosotros somos Serbia, ustedes son Serbia”, escuchamos de Neto Ortiz (voz líder y guitarra) en uno de los pocos cortes que hizo la banda durante el concierto. Y no estuvo alejado de la realidad. El Lunario se estremeció con el repertorio seleccionado por la banda para esta ocasión tan especial, repasando tanto sus grandes éxitos como Monstruos, material que les sirvió de Leit-motiv para dar este nuevo paso musical.
Los protagonistas de la noche fueron la música y los recuerdos que cada canción de Serbia despertaba en los presentes. El amor y desamor fluyendo en el Lunario por espacio de 21 canciones que fueron pocas, para lo memorable que terminó siendo el encuentro, no solo para la banda, sino para sus fans en pleno.
Serbia cantó para todos y todos salimos con muchas nuevas favoritas esa noche. Durante el concierto, la banda sorprendió con las invitaciones a Gil Cerezo, voz y líder de Kinky, para cantar Celosa, el más reciente sencillo; así como la invitación al estadounidense Drake Bell, para interpretar juntos Frío artificial.
“¡Ay, cabrón, Serbia está en el pinche Lunario, wey!” fue la exclamación de alegría que Neto compartió con los asistentes ya bien entrado el concierto y viendo superada la meta que se habían propuesto con esta presentación que se prolongó más allá de las 0h del 2 de febrero. Como dijo la banda previamente en entrevista: sería un gusto compartirles nuestra música por más de 90 minutos en tarima.
El gusto fue nuestro, al punto que tomamos estas líneas de Monstruos como nuestras para despedir esta reseña: “Es tan difícil no quererte, (…) hasta los monstruos en mi mente me dicen que te van a extrañar.” ¿Qué viene para la banda? ¿Cuál será el siguiente paso? No lo sabemos, pero seguro será algo más grande todavía. Síganlos en sus redes sociales (Serbia oficial en Facebook y @serbia_mx en Twitter e Instagram), escúchenlos en su plataforma de confianza y, si aún no los han visto en vivo, muy pendientes de sus próximas fechas. Algo nos dice que les va a encantar lo que traen.
Setlist
Intro
Monstruos
Tiempo
Los secretos del sol
Verónika
Cicatrices
Isabelle
Cinco años y un mes
Satélite
Rosa maniática
Celosa (ft. Gil Cerezo)
Instinto Animal
120 excusas
Frío artificial (ft. Drake Bell)
Acostúmbrame
Reflejo
+
Abúsame
El último beso
Cama
Tú y yo