Scott Stapp se presentó en El Plaza Condesa para deleitar a sus fans con material de su nuevo disco y hits de su anterior banda, Creed.
Con un Plaza Condesa a media capacidad, el cantante salió a ofrecer una noche llena de melancolía y nostalgia al interpretar temas que nos acompañaron en nuestra juventud.
Su voz sigue siendo inconfundible y bastante bien cuidada. No por nada, en algún momento, Scott estuvo figurando como el sustituto de Jim Morrison en una presentación tributo de The Doors.
Al formar parte de la lista Top 100 de las mejores voces de metal, Stapp nos deleitó con un corto pero bastante atinado setlist que nos puso a cantar.
Bullets fue la primera pieza de la noche en ser interpretada por el ex-vocalista de Creed y donde sirvió para calentar los ánimos para los siguientes clásicos que se venían.
My Own Prison fue otra pieza que ya con más de veinte años de años de existencia, ha envejecido muy bien. La canción ya es un clásico de la discografía de Creed.
Además de estas canciones de su anterior banda, Scott también interpretó algunas canciones de su última material solista The Space Between the Shadows, donde algunas rolas como Face of the Sun o Survivor retumbaron en el recinto.
Stapp siempre se mostró contento y agradecido con el público, además de pasearse por todo el escenario; por otro lado, la banda fue impecable en sus instrumentos y también tuvieron sus momentos de protagonismo frente a nosotros que estuvimos al pendiente de su show.
Rumbo al cierre, Scott Stapp cerró con magnificas versiones de clásicos como With Arms Wide Open, una versión acústica de Don’t Stop Dancing y la siempre coreada y aplaudida My Sacrifice.
La noche cerró entre aplausos y gritos ante un Scott siempre agradecido.
No fue un concierto masivo, al contrario, resultó íntimo, y eso nos hizo apreciarlo y disfrutarlo más. Sin duda una gran noche.
