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Radiobosque sucedió con mucho arte, música y todo esto rodeado de naturaleza que nos dejó una grata experiencia.

Pese a lo que muchos digan, un festival que sucede en la naturaleza siempre será una agradable experiencia, siempre y cuando se cuiden detalles y se prevengan situaciones como el lodo y la lluvia.

El festival Radiobosque tuvo una primera edición y podemos decir que a pesar de algunas inclemencias del clima, la pasamos bastante bien.

Va primero lo malo, para cerrar esta reseña con cosas chidas.

Ubicación. Y no nos referimos a la distancia que se encontraba el lugar de CDMX, sino el venue en general. El estacionamiento fue armado como Dios daba a entender y a pesar de que no tuvimos problemas con el acceso en auto, si nos enteramos de largas esperas para estacionarse conforme caía la tarde y más público llegaba.

Por otro lado, la caminata para llegar a la entrada estaba buena de ida, pero de regreso era subida para llegar al estacionamiento y a eso súmale el cansancio de los asistentes. Nada divertido al final.

El lodo hizo también de las suyas en algunas áreas, pero bueno, este punto no es tan negativo. Nosotros como asistentes debíamos saber que habría zonas así y los organizadores avisaron en sus redes sociales que lleváramos botas todo terreno y ropa abrigada, porque bosque. Se agradecen los caminos de grava que había.

El tiempo de las bandas. Nuevamente hubo algunos atrasos en las bandas desde el principio. No sabemos las razones, quizá el clima o algún asunto de logística, pero para los que tenían trazado un plan para ver a varios artistas en los escenarios, todo se fue abajo con los atrasos. No es grave, pero no está chido.

Ahora sí, la parte bonita del festival.

El sonido estuvo excelente. Todas las bandas sonaban muy bien, claro y fuerte como dice la frase. Sin duda un elemento muy importante a cuidar, porque la música es el principal protagonista para entregarnos a bailar y conectar con los que están sobre el escenario. Palomita extra por los visuales y luces que estuvieron de lujo.

La ofrenda de día de muertos. Sí, lo hicieron en pleno día de muertos y no dejaron atrás diseñar una dinámica en donde podías escribir un mensaje para tus difuntos y dejarla en la ofrenda principal o en las varias miniofrendas que había en esa zona.

De noche se veía hermoso el lugar. Con flores, principalmente cempasúchil, adornando el sitio, velas y focos cálidos. Aquí un agradecimiento a Tláloc que no soltó la lluvia y mantuvo ese lugar y todo el venue transitable y sin arruinarnos la experiencia.

Un laberinto también fue otro plus que visitamos durante la noche y estuvo increíble la vivencia. Adornaron y adaptaron muy bien los caminos y sí era un laberinto, donde no estaba muy complicado pero nosotros sí tomamos un par de veces un camino sin salida.

Había otras cosas qué visitar como el make up station o una carpa de Adidas pero en lo personal ya no lo visitamos por dirigirnos a los escenarios a ver a todos los talentos que nos tenían preparados. Aquí, usted, querido lector, puede aportar en los comentarios si vivió algo extra.

Ahora sí, las bandas.

Fueron el plato fuerte para este festival. Las letras grandotas eran Underworld y Hot Chip, pero eso no minizaba grandes actos como Rhye, WhoMadeWho, Monolink, Mr Twin Sister, Lower Dens y por supuesto DJ Windows 98, frontman de Arcade Fire en su faceta tras las tornamesas.

Todos impecables. Todos felices por subir al escenario y dar su show que cada uno lo hizo con energía que nos contagió para bailar y cantar bajo el cielo nublado.

Por supuesto, mención especial para los headliners. Hot Chip y su regreso nos hizo muy felices a todos. Se aventaron un excelente setlist (aunque me quedaron a deber Dancing in the Dark), y fueron de los que más convocaron público para ser testigos de su presentación.

Y claro, Underworld que un día antes estrenó álbum y nos estuvo deleitando con esa peculiar mezcla de trance, techno y house. Y sí, cerraron con Born Slippy, uno de sus más grandes hits.

Para cerrar, mención honorífica para el público. La vibra siempre se estuvo buena. Mantuvieron los baños limpios. No supe de alguna riña o cuestiones de gente malacopa. Y somos nosotros mismos los que damos la retro para la siguiente edición.

Enhorabuena para Radiobosque. Fue una primera edición exitosa, con un gran line up, un venue místico y eficiente logística. Sin dejar de lado los detalles que siempre se pueden mejorar para futuras ediciones.

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