El festejo de Los Estrambóticos por su cuarto de siglo en Pabellón Cuervo estuvo…
Una de las bandas más queridas del rock nacional, Los Estrambóticos, cumplieron 25 años y decidieron celebrarlo muy a su estilo y con una presentación un tanto diferente.
La invitación llegó hace unos meses cuando la banda comunicó que el festejo de este año sería en un lugar muy especial, claro era la primera vez que iban a pisar ese escenario con todo el protagonismo sobre ellos.
Antes de entrar en detalles, deben saber qué sucedió con La Toma, aquella banda que les contamos pondría el ambiente a tono para que los festejados llegaran a reventar el escenario.
La verdad es que todo bien con ellos, directitos de Colombia y con un ritmo bastante agradable, en punto de las 20 hrs comenzaron su show, si bien no son una banda de ska como tal, la fusión de ritmos hizo que el ambiente comenzara a tomar forma.
Una presentación bastante agusto, música agradable para echar la chela, un poco de plática y para brincar un rato, un detalle que tuvieron fue que, un cover del divo de Juárez o Juan Gabriel (Q.E.P.D), como quieran llamarle, sonó para que la gente se arrejuntara y calentaran la garganta.
Así llego el momento de dar paso al acto estelar, a la presentación esperada, a los festejados, bueno… a Los Estrambóticos.
Para aquellos que no conocen el Pabellón Cuervo, va un breve resumen, un bodegón con contenedores metálicos, puestos de comida, estaciones de cerveza y un área V.I.P. donde la venta de botellas es posible, es lo que podrás encontrar; éso sí, prepárate y antes de llegar pasa a sacar efectivo, ya que no aceptan tarjeta.
Bueno, las luces se apagaron y era obvio lo que se venía o lo que creíamos que se venía “un pinche fiestón bien loco” y sí, de inicio El gran infierno enchinó la piel de los fans, a ritmo de mariachi / banda / ska empezó el festejo.
Como ya es costumbre y desde hace varios años, la sección de metales estrambótica hizo de las suyas, el buen Elios en la tuba puso a brincar a la muchachada y bueno no muchachada ya más bien todos eramos como chavorrucos buena onda.
El festejo estuvo un poco lleno de baches, una presentación que Los Estrambóticos hicieron a su gusto, claro era su cumpleaños y ellos hicieron lo que quisieron pero que por momentos, hizo que la emoción de la banda se desvaneciera y fue difícil volver a levantar el ánimo.
Acá lo interesante es que pudimos escuchar rolas que hace mucho no tocaban, una de ellas fue Fantasmas, la neta es que Los Estrambóticos tienen un repertorio machín perrón para hacer y deshacer setlists y en esta ocasión sorprendieron tanto de buena manera como de manera no tan buena.
Otras de las chulas rolas que desfilaron fueron: El orangután, El cuchillo, Camino a ninguna parte, Me enamoré en la cola de las trotillas, La fuerza del latino, Todo va a estar bien, Peter Punk, Oir tu voz, La cerveza y el dolor, La herida, Gracias, Ciegos de amor y muchas, varias más.
Digamos que para un festejo tan importante, el evento quedó corto pero, la neta es que la calidad musical de la banda superó las expectativas, aunque la acústica del lugar no ayudó mucho.
Uno de los momentos más importantes de la noche fue cuando le hicieron un tributo a Toño Lozano, un importante ícono de la banda, que desafortunadamente se adelantó para llegar al camino de la música celestial.
El viaje de Los Estrambóticos terminó, el cuarto de siglo llegó y lo que viene para la banda pinta de lujo, aún tienen varias presentaciones este cierre de año y si tienen oportunidad de verlos, háganlo, no se arrepentirán.