Héroe es a villano, como villano es a desastre mundial, para finalmente tener un desenlace conveniente para todos; esta es la fórmula mercadológica que Marvel ha implementado para sus ganancias millonarias en taquilla, sin temor a caer en una aburrida repetición, y Spider-man: far from home no esta exento de esto.
Con el reciente fenómeno global en el que se convirtió Avengers: Endgame (2019), empapado con una poderosa campaña publicitaria, y un éxito en taquilla sólo equiparable con Avatar (2009), el reciente estreno de la nueva historia de Peter Parker (Tom Holland) se transformó en un insípido final para la nombrada “Saga del Infinito” por parte de Kevin Feige.
El filme se coloca justo después de los acontecimientos que se desarrollaron durante la pelea contra el poderoso Thanos, la cual ha dejado evidentes secuelas en el planeta. Peter tendrá que luchar contra los conflictos emocionales que genera la perdida de una forzada figura paterna, el constante ajetreo que sufre su heroico álter ego, y las típicas desventuras que conlleva la adolescencia.
La trama va construyendo un paralelismo entre el superhéroe y su identidad secreta, utilizando como punto de cohesión la etapa adolescente del ser humano, y su transición a la adultez. Sin embargo, esta idea se va diluyendo en una historia de amor juvenil genérica aderezada con las típicas secuencias de acción digitales que ha ofrecido a lo largo de 11 años este universo.
Si bien las coreografías visuales no dejan de tener una calidad comprobada, la atractiva posibilidad de crear un entramado profundo en el complicado mundo de una mente preadulta se dejo de lado para insertar mecánicamente la “Fórmula Marvel”, y de esta forma crear una historia más del repetitivo cine de superhéroes.
Hasta este momento, el universo que se ha construido para nuestro amigable vecino arácnido queda bajo la sombra de la que posiblemente sea la mejor adaptación de Spider-Man en la pantalla grande, y nos referimos a Spider-Man: Into the Spider-Verse (2018), que junto a su trepidante e innovadora animación logra crear un verdadero conflicto juvenil aunado un sentido de responsabilidad y madurez bien desarrollado, sin olvidarse de la parte de entretener a un público en busca de acción pura.
Spider-Man: Far From Home no deja de ser una agradable pieza que puede disfrutar cualquier persona, con un carismático Tom Holland (A Monster Calls, 2016) que logra una refrescante química con Jake Gyllenhaal (Zodiac, 2007), quien hace su debut en el Universo Cinematográfico de Marvel y sigue demostrando su increíble versatilidad en cualquier tipo de género.
Para los recalcitrantes fanáticos de la figura del Hombre Araña, encontrarán sutiles easter eggs que condimentarán su experiencia a través de una trama opaca en varios sentidos. No olviden quedarse a las famosas escenas post-créditos, que ofrecerán 2 secuencias que prometen cambiar la esencia de uno de los superhéroes más famosos en el mundo, así como dar una sorprendente entrada a la siguiente fase del UCM.
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