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Sobrevivientes, estilos inherentes, amor, expresión; el cine nos regalo 4 conceptos este año de 4 distintos directores, 4 distintas culturas y 4 distintos credos; en medio de la crisis creativa el cine nos ofrenda sus 4 cartas de amor.

La actual crisis creativa es algo que no debemos dejar pasar por alto. El cine de más taquilla se está viendo envuelto en remakes y adaptaciones bastante secas con el buen gusto hacia el espectador; es entendible que en un mundo moderno donde el capitalismo sigue mandando de forma grosera siempre nos veamos casi obligados a consumir casi de forma involuntaria todo el contenido que se nos presenta en las marquesinas. ¿Pero acaso no hay algo con más alma o con un poco más de sentido afectivo hacia el público?

El mundo del cine es sin duda algo subjetivo, depende mucho del ojo con que se mire y con el que se educará al observador; bajo esa premisa imaginemos lo que debe ser para un director el surgir el verdadero ‘cine de autor’, evaluando la cartelera que hemos recibido este año en México. Me atrevo a dejarles estas 4 propuestas de “cartas de amor” al cine, todos los filmes reflejan el sentimiento, sentido y sobre todo amor que los realizadores tienen hacia su público pero haciendo énfasis en su propia catarsis personal.

Zimna Wojna

Pawel Pawlikowski 2018. Polonia.

También llamada Guerra Fría nos narra la turbulenta historia de amor entre Wiktor (Tomasz Wot) y Zula (Joanna Kulig) teniendo como escenario la “Guerra fría” que vivió el territorio polaco durante finales de los años 40 e inicio de los 60’s.

Gran ganadora y con diversas nominaciones en el FICC, FICV, BAFTA, UE, nominada a 3 premios de la academia de USA incluidos los de “Mejor película extranjera” y “mejor director” (Pawel Pawlikowski)

Una historia de amor bastante cruda, sin los clásicos clichés románticos a los que estamos acostumbrados pero a los que realmente estamos hechos; podría decirse que es “amor tóxico” pero esperando no recibir un exabrupto de cualquier psicólogo; ¿Qué persona no ha vivido un amor así? De esos que no entiendes el por qué o para qué, pero sigues ahí.

El detalle más increíble que nos deja el gran Pawel Pawlikowski (Ida, 2013) es su dedicatoria final “Para mis padres”, mayor simbolismo del por qué integramos está “Carta de amor” al cine de Pawlikowski en nuestra lista definitivamente no podríamos dejarlo así a la ligera.

Roma

Alfonso Cuarón, 2018, México.

Para Alfonso Cuarón el elaborar un auténtico “retrato” de su vida y de sus valores fue todo un desafío; desde la elección del cast, la ambientación, la fotografía, los momentos de filmar; en fin, si bien a lo mejor no tiene los estruendos y boom que tienen largometrajes como Gravity o Children of men creo que con el narrarnos su vida se ganó auténticamente su película legado.

Ganadora de entre muchos laureles al del premio de la academia a mejor película extranjera; así como en Italia, España, Reino Unido; consagrada en su país y de ahora en delante todo un hito dentro de la filmografía mexicana; Roma pasó de ser un proyecto íntimo a una verdadera bandera de valores y emociones del decadente cine mexicano.

Dos empleadas domésticas viven una serie de desventuras al trabajar en una casa de una familia acomodada de la ciudad de México.

Las vivencias de Cleo (Yalitza Aparicio) en la casa de Sofía (Marina de Tavira) son más que un auténtico relato feminista sobre el poder y unión que pueden generar las mujeres en su hogar, son el resultado de la educación, valores y vivencias con las que se forjó el carácter y el sentido cineasta del mismo Alfonso Cuarón.

Cleo (Yalitza Aparicio) es un personaje inspirado al cien porciento en su nana de la juventud y niñez; desde la elección del cast, el guión, el ambiente, la fotografía; podrá (y aún no entiendo el por qué) no gustar a todo el mundo pero Roma de Cuarón es una auténtica carta de amor no solo a su familia, sino al cine que todo mundo disfruto en este periodo 2018/19.

Once Upon a Time in Hollywood

Quentin Tarantino, 2019, USA.

El llamado ‘cine de autor’ sin duda debe de tener a este director en nuestra editorial; Quentin Tarantino desde sus inicios ha mostrado un estilo rebelde y bastante llamativo; ya sea en obras de su mera imaginación o tomando algunos hechos históricos como inspiración así nos lo ha demostrado una y otra vez; pero realmente siempre una pregunta ha menguado mi crítica con el genio del que escribo; ¿De dónde vendrá toda esa magia?

Once upon a time un Hollywood nos narra el complicado y complejo momento que vive el famoso exponente del western Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) y su doble de acción Cliff Booth (Brad Pitt) al tener que dejar atrás las viejas glorias del Hollywood de antaño y acoplarse para sobrevivir en esta especie de ‘Nueva Ola’ que trae el cine más moderno.

Sin arruinar la experiencia que será sin duda el ver Once upon a time in Hollywood y aún sin creer que es su mejor película (‘Pulp Fiction’, 1989 y mérito extra para Inglorious Basterds de mi parte) si puedo sentir que es su obra más íntima y mucho más personal.

La respuesta que buscaba a mi pregunta inicial creo que la encuentro aquí; con cada toma, cada referencia y sobre todo cada línea me encuentro casi inmaculadas todas sus razones y motivos para ser director y el afamado cineasta que es.

La cultura del cine norteamericano puede ser para muchos de lo más banal y lo más artificial posible; ya sea por sus brillantes marquesinas o el furor que provocan unos premios ‘Oscar’ pero Quentin no es el monstruo ávido de sangre que todos podemos ver (y creer), y está película sin duda nos regala su humanidad y capacidad de asombro en un Hollywood que si algo le sobra es eso, el asombro.

Dolor y Gloria

Pedro Almodóvar, 2019, España.

¿Qué sería del cine español sin Pedrito? ¿Qué sería de Penélope Cruz sin Almodóvar? ¿Qué sería de una aspirante a actriz sin desear ser una ‘chica Almodóvar’?

Salvador Mallo (Antonio Banderas) es un reconocido y famoso cineasta que está viviendo sus días más obscuros; una cabeza llena de memorias, motivos y fallas; además de sentir poco a poco como su cuerpo va menguando, por lo cual de manera casi involuntaria comienza a no solo dar tregua a sus pendientes que lo atormentan, sino a terminarlos y darse un respiro de la manera más honorable posible.

De forma casi inusitada Pedro Almodóvar nos regalo a su mejor estilo una autobiografía en la que expone el por qué, para qué, cómo y cuándo fueron los detonantes de su gran genio y sobre todo algo que si bien es meramente ficción, nos da una idea de sus orígenes.

¿Acaso es que para probar algo de gloria es necesario vivir tanto dolor?

¿O será que en medio de tanto dolor no podemos darnos el tiempo de valorar y apreciar nuestros momentos de gloria?

Cuatro cartas que llenaron mi corazón y mis sentidos en este año natural que ha pasado a la fecha de esta publicación; ¿tú con que relatos auténticos te quedas de esta época?

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