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En medio de los dolorosos recortes presupuestales; Ernesto Contreras hace un llamado a la comunidad cinematográfica para la entrega de los Premios Ariel 2019 a lo mejor del cine mexicano.

Pareciera un tanto increíble que un nuevo despertar en la sociedad y la política mexicana dejara un tanto de lado a un sector tan vulnerable como lo es la cultura y sector artístico mexicanos.

Sin embargo y pese a todos los recortes que ha impulsado la 4T; el cine mexicano no pierde sus rumbos y logra de nueva cuenta convocar a toda la familia cinematográfica a la máxima fiesta del cine mexicano, eso sí, ajustándose a las nuevas reglas y con cambio de sede; la entrega 61° de los Ariel tradicionalmente en Bellas Artes, está vez tendrá a toda su alcurnia en la también espectacular Cineteca Nacional en la ciudad de México.

Al igual que todo el país, hemos vivido varios meses de cambios, reajustes, reacomodos con los que la Academia desde el inicio decidió ser muy congruente (…) No podemos comparar presupuestos, son otros momentos, recordemos que hay un cambio de administración en el país, un cambio de criterios, nosotros trabajábamos para seguir funcionando” reflexionaba Ernesto Contreras, actual presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).

Este año los Premios Ariel tendrán una edición con muchos contrastes; si bien el cine nacional sigue infestado de las poco atractivas comedias románticas, (Solteras aún no entra en esta edición) sí nos debe llenar de orgullo las cintas que son candidatas a todo que de forma inmediata y sin mucha promoción a excepción de Roma de Alfonso Cuarón, lograron despertar la buena fe y sobre todo la atención del público mexicano.

Claramente hablar de “Roma” del multipremiado Alfonso Cuarón es tener que evocar a las memorias del cine mexicano de antaño; historias con calidad y presencia que siempre daban de qué hablar en el mercado extranjero; éxito inusitado que no se veía desde las épocas de Macario o de Tizoc, amor indio.

Este año la película “homenaje” de Cuarón va a competir por llevarse premios en la mayoría de casillas que sin duda es favorita; con todo y las circunstancias que la han envuelto; desde escándalos internos hasta desprestigio en contra de sus protagonistas en el mismo suelo nacional; Roma fue la gran carta tanto en los AMPAS (Oscar) como en los BAFTA de UK.

Como a modo de sueño y siguiendo con la temática de crítica social también llegan bastante fuertes en esta edición Nuestro tiempo de Carlos Reygadas y Niñas bien de Alejandra Márquez; ambas describen situaciones atípicas para sus protagonistas y que solo con “La magia del guión” podrían llegar a vivirla en carne y hueso.

Reygadas con su Nuestro tiempo tuvo una excelente campaña en el extranjero y su película destacó con mucha fuerza en tierras italianas; en tanto que la adaptación de la historia de Guadalupe Loaeza nos recuerda el valor de la “adaptación” del mexicano aún siendo de una sociedad más privilegiada.

El cine animado no quedo exento de buenas valoraciones y de mucha polémica; este año sin duda debería ser para el largometraje Ana y Bruno de Carlos Carrera; que más allá de la brillante técnica de animación, es una candidata sólida a lo mejor del Ariel 61 por su tema tan tabú en México como lo es la salud mental.

61 años después, el cine mexicano sigue teniendo su fiesta; lejos de risas y algunos sinsabores que dejaron las malas películas y los recortes, estos “Ariel” deben ser revalorizados por despertar a un gigante dormido; el cine puede, podrá y deberá sobrevivir con mucha, pero mucha magia de la gran pantalla; y estar cerca de los enigmáticos Estudios Churubusco debe ser motivo para encontrar de nuevo sus raíces y pelear por un mejor futuro.

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