Jordan Peele ha llegado en esta época de cine de microondas y ventas indiscriminadas como un bálsamo en piel lacerada, el director norteamericano se consolida como una alternativa fresca y con mucho “suspense”.
Siempre los orígenes de los grandes maestros del cine son sin duda inusitados e insospechados; pueden llegar desde películas de muy baja reputación como el cine para adultos, o de comedias con más tintes infantiles que caen en contenidos monótonos e insulsos.
La catarsis que ha vivido en su vida el actor y ahora director Jordan Peele (Get Out, 2017, Us, 2019) es digno de libro de Kafka; teniendo inicios en la comedia con la serie de Comedy Central, Key & Peele comenzó a cimentar sus bases como un tipo que sabe aprovechar cualquier oportunidad para mostrar trabajo de calidad; pese a la opinión de buena parte de la crítica especializada yo difiero en darle menos crédito a la comedia, ya que si un comediante puede hacerte sentir y llorar, es en definitiva la concepción perfecta de la capacidad histriónica.
Comenzando sus pininos como guionista y director en MadTV y Key & Peele, Jordan daba mucha muestra de su latente talento con los giros cómicos que daban sus historias; si he de ser muy honesto los episodios en los que Jordan Peele estaba como el cerebro creativo eran siempre sin duda los que más lograban destacar; pero el miedo y estigma que provoca ver a un comediante tratando de cruzar las “ligas mayores” siempre es algo que eriza los pelos y pone a relamerse los bigotes a la crítica siempre ansiosa de “destruir o moldear” al nuevo talento; por lo cual ver su valiente irrupción en 2017 con el film Get Out era algo digno de mirar.
Muchos han sido los comediantes que han intentado cruzar está barrera sin mucho éxito; casos como Eddie Murphy que realmente siempre quedo encasillado en sus papeles más risibles es la prueba más fidedigna de este paradigma; sin embargo, el ver a gente como James Franco o Jonah Hill refrescar los géneros más serios de la cinematografía también daban muestra de que el trabajo de Jordan Peele podría ser algo más que una nota más a su currícula.
Efectivamente con Get Out protagonizada por un genial Daniel Kaluuya junto a Catherine Keener, Allison Williams, Bradley Whitford, Caleb Landry Jones, Lil Rel Howery y Keith Stanfield; no solo logró el recibimiento acojedor y reconocimiento de la crítica mundial, fue además un absoluto éxito en taquillas; recaudando la nada despreciable cantidad de 255 millones de dólares sobre un presupuesto de apenas 4 millones de dólares, ganando múltiples reconocimientos en los que destaca el “Óscar” a “Mejor guión original” y múltiples nominaciones incluyendo “Mejor película” y “Mejor director” tanto en la Academia hollywoodense, los BAFTA y los Golden Globe’s.
Si podemos hablar de un estilo de Jordan Peele o de alguna escuela que tenga acogida; debemos de mencionar a un auténtico hito del cine de “suspenso” como lo es el maestro Alfred Hitchcock; sin embargo el estilo de Jordan Peele por sus propias raíces de comedia lo vemos como un poco más suelto, más “casual” por tratar de encasillarlo de alguna forma.
Sin duda cuenta con las mismas raíces de terror y suspenso psicológico que hicieron de Hitch uno de los maestros no solo de un género bastante despreciado, sino de toda la historia de la cinematografía; apoyado siempre por elementos cinematográficos como lo son la asombrosa dirección de fotografía con la que cuenta la mayoría de su filmografía, además de los simbolismos, planos y contra planos que cuentan con un apoyo casi divino que es la banda sonora en la que se ha apoyado en Michael Abels, transportándonos a vivir en pleno año 2019 muchas de las mismas sensaciones que Hitch daba cátedra en sus buenos tiempos.
Todos estos aspectos los acabamos de vivir y experimentar al límite en su última obra cinematográfica Us en donde contó con el talento actoral de la multipremiada, Lupita Nyong’o; dando no solo una cátedra en un papel de terror, sino que hasta termino con terapia psicológica de lo “demandante” que fue el personaje que Jordan Peele escribió para ella.
Jordan Peele es una especie en peligro de extinción; un director que está atreviéndose a ser creativo en una época de cine de microondas que está abusando de las capas, poderes y remakes; un tipo que con su extraña pero apetitosa simbiosis de comedia y suspenso está haciendo sudar a más de uno.