This Is How You Smile es lo nuevo de Helado Negro. ¿Vale la pena? Te contamos aquí.
El tratamiento que Roberto Carlos Lange le da a su sonido es tan íntimo, detallado y hermoso que toda meditación sobre el amor y la tristeza que Helado Negro nos brinda se convierte en un óleo; algo lleno de profundidad, colores y sentimientos en toda esquina, vértice y eje.
El estadounidense Roberto Carlos Lange, mejor conocido como Helado Negro, ha creado un disco de entre pocos. Todos aquellos que estén buscando cómo es que un disco tiene buen sonido y producción puede irse aquí directamente como prototipo.
Producido a la perfección para que todo sonido zurce los canales del sonido de izquierda a derecha y al centro, ambientado con suficientes ecos para instaurar sentimientos pero no ahogándolo para esconder a sus partes en lo incomprensible, y con composiciones que van de lo bello gracias a la voz de Lange hasta lo inimaginable y trascendental gracias a la perfecta ejecución de todas las partes que la creación de un disco carga, This is How You Smile será probablemente el mejor disco en habla hispana de todo el año.
En su último disco, Lange ha demostrado que la belleza en el sonido se da tanto en la muchedumbre del sonido como en la ausencia de ella. Muy de la mano de la frase “cállese si no tiene nada bueno que decir”, Helado Negro sabe exactamente qué es lo que cada canción necesita para ser interesante y única en su propia existencia.
Puede que no se avienten sonidos únicos y los junte con vehemencia para presumir su habilidad como productor, pero lo que su sutileza logra supera por mucho a lo que se podría lograr con la saturación del sonido.
Please Won’t Please es posiblemente la canción que más sonidos conjuntos utiliza (lo cual no es decir mucho) en donde percusiones que ganan y pierden contraste constantemente en el vapor de los sintetizadores y acordes del piano y la guitarra, y difícilmente uno llega a la conclusión de que a esta canción le falta algo. Todo lo que es, es suficiente y pedir algo más sería una necedad y una falta de servicio hacia el disfrute de la vida.
Más impresionante aún es que el vacío se escuche tan único dentro de los acordes de este talentoso artista. Imagining What To Do usa arpegios de guitarra complementados con una orquesta distante y un interludio de xilófono ad-hoc y melódico.
Fantasma Vaga instaura de mejor forma su ambiente de mejor forma que cualquier otra canción del disco haciendo de su silencio pseudo-industrial y percusiones vaporosas en algo que te traga vivo. País Nublado muestra a lo mejor del Pop Latino en un pieza bien ambientada y pegajosa que se podría escuchar en el radio de algún país latinoamericano platónico.
Todo Lo Que Me Falta logra cerrar al disco de la forma más hermosa posible con percusiones viajando a lo largo del horizonte y saxofones creando texturas complementarias a la melodía. Toda esta descripción larga sirve para demostrar que Helado Negro logra hacer con el silencia lo que miles de voces no logran al gritar en un espacio vacío orando por ser escuchadas.
Aunque el disco no cierra de forma tan espectacular como Todo Lo Que Me Falta promete, Two Lucky no siendo una mala canción pero no logrando brillar tanto como su anterior, es innegable que este disco es simplemente un viaje dentro del sonido y el ambiente. Y para complementar este viaje, la voz latina y nada americanizada de Helado Negro pinta a estos paisajes musicales con notas frágiles que parecerían romperse cada vez que su voz trata de hacer una nota larga.
Muchos tratarán de utilizar a la temática de la tristeza causada por la vida que ser un hijo de inmigrantes en Estados Unidos lidera, pero esto sería una falta de servicio hacia Lange. La música de Helado Negro trasciende lo político, y muestra que los sentimientos pueden ser igual de bellos sin importar la situación política en la que el país de uno está sumergido.
