Nrmal volvió a suceder en la Ciudad de México y ahora a 10 años de existencia, el festival se ha consolidado como uno de los mejores en el país por su curaduría musical.
Este festival le da lugar a un único protagonista: la música.
Todo lo demás que encontramos en otros festivales pasan a segundo plano. Zonas preferenciales, actividades culturales, juegos mecánicos o cualquier otra cosa que te pudiera distraer del escenario no existen o son pocas y muy discretas.
El festival está diseñado para llegar, comprar tu cerveza y ver lo que sucede en el escenario. Escuchar a tu banda favorita o dejarte atrapar por la propuesta musical es la esencia del evento.
Ha sido una década donde han desfilado una gran cantidad de artistas y bandas independientes, underground o que difícilmente podrían pisar México por su cuenta.
La curaduría es amplia y muy bien pensada. Ataca casi todos los géneros y sus subgéneros. Cosas de electrónica o rock, cumbia o folclor, muchos sonidos peculiares han salido de las bocinas de los escenarios gemelos y su pequeño hermano.
10 años han pasado y ahora, en esta edición nada queda en el olvido. Pudimos presenciar músicos icónicos como Geoff Barrow en su proyecto Beak> o Mazzy Star, cuya voz nos hizo suspirar y sentirnos en un sueño.
Otro grande del Nrmal fue Spiritualized, donde Jason Pierce y compañía, con su Spacial Rock, nos hicieron viajar a horizontes desconocidos.
El cierre con Death Grips fue perfecto y la potencia de bandas como El Shirota y Michelle Blades & Los Machetes son agradables sorpresas para el público.
Tuvimos el regreso de Fran Straube, ahora con Rubio y que en la edición pasada nos deleitó con su otra banda, Miss Garrison.
Aquí es donde nos damos cuenta de la calidad musical bien cuidada que hace la organización para presentarnos estas bandas.
Por otro lado, se dice que el hermano pequeño, el escenario a un lado de los gemelos no se queda atrás, dando prioridad a proyectos electrónicos, audiovisuales y performance que sorprende a más de uno.
Además, para este año, podemos decir que Sinjin Hawke y Zora Jones fueron el acto sobresaliente del día.
Pero no todo es miel sobre hojuelas y el Nrmal no puede ser perfecto porque siempre hay algo que mejorar, aunque sean pequeños detalles.
El servicio de bebidas muchas veces resulta lento y se satura de gente por varios minutos. También a veces la información como ubicaciones o dinámica de pagos es escasa y si eres primerizo, puede resultar confuso el moverte en el interior.
Y por supuesto, las dolorosas cancelaciones, como en este caso ocurrió con John Maus. Aún así, Nrmal emitió un comunicado informando lo sucedido.
En resumen, Nrmal lo ha estado haciendo muy bien. Tiene claras las experiencias para su público y año con año nos ha sorprendido con actos increíbles.
Las palabras se quedan cortas para contar las sensaciones que nos ha provocado el festival. En verdad hay que vivirlo y dejarse sorprender.
¡Enhorabuena para el festival Nrmal y larga vida!