Rotting Christ nos presenta The Heretics, decimotercer material en su trayectoria, pero ¿qué tal está?
El álbum en estudio número 13 en la carrera de los griegos que le cantan a los dioses de la oscuridad: Rotting Christ, llega pisando los talones de sus dos antecesores inmediatos: Rituals y Kata ton Daimona Eaytoy.
Con el estilo fresco que la banda ha adquirido y ha mantenido, efecto natural de su sonido que deja ver sus claras influencias black metaleras bien definidas; único de los hermanos Themis Tolis y Sakis.
El Cristo Podrido se hace presente con las letras blasfemas que encarnan un pensamiento liberal encima de cualquier doctrina religiosa. Esa lucha incesante que quizá nunca terminará. Si escuchan el disco de inicio a fin con los ojos cerrados y con el afán de la reflexión musical de la agrupación, lograrán sumergirse en un grandioso mundo ominoso en el que la blasfemia y el encono espiritual los hará mirar más allá del todo.
Persiste el ritmo semipausado de las melodías que se conjugan con esa especie de himnos marciales bien logrados por los talentosos griegos, conllevan una alegoría penumbrosa. No se puede esperar menos de quienes han aportado con grandes discos en las barricas de oro del metal. Rotting Christ nunca queda mal.
Fire God And Fear es el sencillo de The Heretics: al escucharlo no deja dudas de que el Cristo Podrido está presente. Este cuarteto griego es una de esas agrupaciones que nunca hay que subestimar, ante nada ni ante nadie; cuentan con un poderoso sonido en vivo que irradia una energía inigualable, y con este nuevo disco llegan a reafirmar su sello.
En ese sentido, quizá una de las rolas más sobresalientes dentro de los 12 tracks que componen el álbum es The Sons Of Hell, que desde su inicio se presenta como el preludio al final de, probablemente, uno de los discos más sobresalientes en la etapa contemporánea de los chicos rudos de Rotting Christ.