Daniela Calvario rompió todos los esquemas que la industria estableció, propuso un nuevo formato y la Ciudad de México lo recompensó el pasado San Valentín.
Ya son muchos los talentos que se han apoyado en las plataformas digitales. Internet se volvió su aliado, la constancia, pasión y dedicación son sus herramientas para consolidar el nombre que hoy engalanan.
Un claro ejemplo de ello es Daniela Calvario, oferta musical orgullosamente mexicana. Inició su carrera en su cuarto, con una cámara sencilla, pero con la entrega necesaria para que, sin querer, encontrara su propósito en este mundo.
La tapatía se aparta del resto, una de sus más notables características es su resiliencia. Pese a que le han roto el corazón en múltiples ocasiones, ha logrado transformar ese dolor en alimento para su trabajo.
A finales del 2018 lanzó Todos Míos, título que hace referencia a los diversos artistas con los que comparte la producción discográfica. Daniela, escogió un día muy especial para presentarlo: 14 de febrero. Aprovechando la magia de la celebración, también festejó a las personas que tanto la aman: Sus fans.
No hay día que no se cumpla, ni fecha que no llegue. El concierto comenzó puntualmente, pero momentos antes, desde el lobby, los asistentes coreaban, los temas más especiales de la cantante, no podían esperar otro minuto para ver a su reparadora de corazones desechos.
La noche arrancó con canciones de su nuevo material para elevar, poco a poco la temperatura. Una muy acertada estrategia que le aseguraría la armonía de principio a fin. No cabe duda que la joven promesa está creciendo profesionalmente, aprendiendo de cada experiencia.
A propósito de Todos Míos, los arreglos incluidos van desde el jazz orgánico, hasta el toque denso del hip-hip. Mezcla que, al unirla con la sutil voz de la cantautora, erizan la piel y avivan los sentimientos.
El setlist fue preciso, juntaba canciones propias con los covers que la colocaron como uno de los mejores descubrimientos de la web. Entonces Que Somos o El Color De Tus Ojos, combinaban perfectamente con la temática de la noche.
Las sorpresas no podían faltar. La interprete invitó a cinco de sus fans para que subieran al escenario y recitarles, de una forma dulce, un popurrí de los primeros éxitos que decoran su historial; provocando el momento más íntimo.
A Daniela no le importó abrir heridas que, muy probablemente le costaron tiempo cerrar, con tal de acariciar y sanar el alma de sus fieles seguidores. Esta era la finalidad de la velada, saber que les duele para poder ayudarlos, sin la barrera de la pantalla.
Después de comprobar que, para la cantante, lo más importante es la salud espiritual de aquellos que la han apoyado en cada paso, concluyó con unas palabras que salieron desde el corazón, situación que transmitía confort, fue un apapacho a las partes rotas del interior.
¡Enhorabuena Daniela Calvario! fue una de las mejores actuaciones que te hemos visto hacer. Muchas gracias por abrazar nuestro abismo con tu esencia, continua dibujando tu sueño como lo has hecho y muy pronto llegaras al final del arcoíris.
