La noche del 21 de noviembre nos recibe el hermoso museo Anahuacalli como sede del espectáculo audiovisual que ofrece MUTEK- A/VISIONS 2, bajo la luz de la luna y un delicioso cocktail cortesía de Hennessy estamos listos para dejarnos llevar por la experiencia completa.
La fachada del museo que es una mezcla de arte moderno con estética precolombina nos prepara para ser testigos de un momento en el que se mezclan los sentidos, las culturas y emociones, frente a ella se encuentra el escenario y las personas están reunidas en semicírculo esperando a los primeros exponentes de la noche.
Se trata de Kazuya Nagaya y Florence To quienes desde Japon y Reino Unido fusionan rituales tradicionales japoneses y tecnología para crear AMBR, un performance en el que el sonido de 445 rins es procesado electrónicamente logrando un ambiente único que es complementado por los visuales de Florence To. El resultado es una sensación de viaje en tiempo y espacio, una conexión a una humanidad diferente.
Después de ese ritual posmoderno de preparación, llega el turno del canadiense Line Katcho para el cual es importante ir por otra bebida pues IMMORTELLE es un performance muy intenso, sus visuales son dramáticos y si se está lo suficiente inmerso pueden incluso ser impactantes al espectador.
Por momentos la luz de la pantalla ilumina los rostros del público perplejo que observa en silencio y proyecta sus sentimientos en los estallidos prismáticos de la imagen y la potencia de la música, unidos parecen sintetizar el espectro de emociones que tiene la vida.
Nuevamente tenemos un respiro para ir a la barra que se encuentra atiborrada de gente, muchos conversando, disfrutando de una noche en la que el clima se porta ad hoc a la ocasión.
Llega el turno de Wolfgang Voigt, quien presenta GAS, un acto en el cual el silencio del publico es fundamental para apreciar el concepto minimalista inspirado en la repetición de patrones de la naturaleza y las bases de la música; en el plano auditivo esto se traduce a loops que están conformados por grabaciones llevadas a su más abstracta expresión para provocarnos diferentes sensaciones desde la sincronización con los latidos del corazón hasta remitirnos a música de club. Los visuales actúan de igual manera, fusionando la erupción de un volcán con la explosión del beat, Wolgang Voigt desintegra para poder integrar una amalgama de paisajes audiovisuales.
Fotos por: Ivancho