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The Weeknd dio su primer concierto en la Ciudad de México.

Para quienes hemos visto a Abel Tesfaye evolucionar desde que colgaba sus mixtapes –por allá de 2011– en internet para su descarga digital gratuita, a hoy en día, convertido en una súper estrella que presenta su nombre artístico The Weeknd, en marquesinas de estadios, salas de conciertos, y otros impresionantes lugares de todo el mundo, fue un verdadero gozo poder disfrutarlo por primera vez en la Ciudad de México.

Con bombo y platillos anunciaron sus fechas en nuestro país:

La primera de estas presentaciones en el famoso domo de cobre se vivió anoche y, a diferencia de otros conciertos que me ha tocado presenciar ahí, se escuchó mejor de lo esperado. Y era justo, no podían darse el lujo de hacer sonar horrendo a un exponente internacional de la talla de The Weeknd.

Su llegada a México se logró como parte de la gira promocional de My Dear Melancholy; sin embargo, las canciones de este, su último lanzamiento, no fueron las protagonistas del concierto.

Quienes se dieron cita –desde niños y pubertos, hasta godínez, chicas casi salidas de pasarela de la semana de la moda, o la mismísima familia Rubín Legarreta (Erik y Andrea, junto a sus hijas)–, disfrutaron temas de los discos Starboy (7), Beauty Behind The Madness (5), Trilogy (6) y del ya mencionado My Dear Melancholy, (2), además de algunas colaboraciones (5) que el cantante canadiense tiene con Future, Drake, Wiz Khalifa, y Belly, rapero encargado de abrir sus conciertos estos días.

Los 22 temas que escuchamos a lo largo de casi hora y media de show nos llevaron por el ritmo del amor, de la fiesta, la tristeza, ¿y por qué no?, del deseo. A las 21:40 hrs, los beats de “Pray For Me” (colaboración con Kendrick Lamar para la banda sonora de Black Panther) inauguraron una noche joven y salvaje, como muchos de sus asistentes.

Sin mucha faramalla en la producción, más que una enorme pantalla, sus músicos plantados en el escenario, y él con un atuendo totalmente negro, The Weeknd prosiguió con Starboy, Party Monster, Reminder y Six Feet Under.

Siendo el R&B su especialidad, fue grato ver que Abel incluyera temas que tiene con raperos, tal es el caso de Low Life, una colaboración con Future; y ya entrados en esta vibra más hip-hopera –con tan solo 20 minutos de show–, Belly subió al escenario para interpretar en conjunto Might Not. Aquí la batería sonó cabronsísima y dio el preámbulo perfecto para recibir dos joyas: Sidewalks, otra de sus colaboraciones con Kendrick Lamar, y Crew Love del Take Care de Drake.

Ya la cosa se estaba poniendo buena, en el ambiente se sentía esa emoción por escuchar la voz, que además toda la noche sonó impecable, de uno de los exponentes más grandes de R&B que ha dado la última década. De repente, volvimos a donde todo comenzó. Arrancó la base de House of Balloons / Glass Table Girls y los amantes del antiguo Abel se volvieron locos. Justo la palabra que él utilizó para describir su experiencia en México: this is crazy! Tras terminar la canción, presentó a sus increíbles músicos (en serio, son increíbles) y dio las gracias al público.

Tras esta gran conexión con la audiencia, vinieron tres hits consecutivos: Secrets, Can’t Feel My Face y I Feel It Coming. Sobra decir que la fiesta se desató y los que tal vez, solo fueron por estas canciones, vivían su momento al máximo. Abel compartió unas palabras, explicando lo emocionado que estaba de tocar en México por primera vez, y aseguró –al ver la entrega de sus fans– que regresaría cada año, porque se lo merecían.

Tras la festividad, llegó la nostalgia al mencionar los siete años de Trilogy, obra no cúspide –comercialmente hablando– de su carrera, pero que definitivamente lo posicionó como una de las mentes artísticas más grandes de nuestra generación. Para The Morning pasamos por ese momento en que se encienden las luces de los celulares y los brazos se mueven de un lado a otro; después, con Wicked Games, no podíamos más que corear bring your love, baby, I could bring my shame, bring the drugs, baby, I could bring my pain. Y llorar, obvio.

Parecía que la noche terminaba, pero aún quedaban grandes temas por escuchar. Mentiría si no digo que la cosa se calentó cuando llegó el turno de Earned It del Beauty Behind The Madness (además parte de la banda sonora de Cincuenta sombras de Grey) y Or Nah de Ty Dolla $ign en colaboración con Wiz Khalifa, DJ Mustard, y por supuesto, The Weeknd.

Y cómo no se iba a poner caliente si la parte de Abel en Or Nah va más o menos así:

Do you like the way I flick my tongue or nah?

You can ride my face until you’re drippin’ cum

Can you lick the tip then throat the dick or nah?

Can you let me stretch that pussy out or nah?

I’m not the type to call you back tomorrow

Solo puedo decir: Bienaventurados los que iban acompañados porque seguramente se agarraron recio con estos temazos. Disculpen mi emoción, pero si algo caracteriza la voz del también novio de Bella Hadid, es ese sex appeal que seguro le pone a temblar las rodillas a más de uno. Bueno, ya, para entrar en el desenlace de la noche, hubo espacio para dos canciones icónicas del  Beauty Behind The Madness: Often y Acquainted.

En este punto tal vez se pregunten, ¿y del My Dear Melancholy? Pues no fue hasta este momento que llegaron solo dos temas del trabajo que se asegura, fue dedicación para (la antes mencionada) Bella y también para la mismísima Selena Gómez.

De hecho, los elegidos de este disco para resonar en el Palacio fueron Wasted Times –supuestamente escrito para Hadid–, y Call Out My Name –para Gómez–. ¡Pero yo qué sé! El punto es que la gente cantó y seguramente a uno que otro se le quebró el corazón en pedacitos, metafóricamente hablando, claro está.

Finalmente, y después de una impresionante entrega de energía, de talento (tanto de The Weeknd y de sus músicos), la canción que cerró su set fue The Hills. La verdad es que no pudo tener mejor elección, The Hills es intensa, combina lo mejor de ambos mundos: el rap y el soul, y es un tema que seguramente nos representa a más de uno, porque al final del día ¿quién no ha luchado con sus demonios internos?

*A pesar de haber agotado las localidades y de que el lugar lucía considerablemente lleno, en el área de pista se notaba un visible vacío al fondo. Después de vivir lo que vivimos anoche, hoy no debería pasar lo mismo. Cada peso que inviertan en su boleto valdrá la pena, se los firmo y se los cumplo. ¡Vayan!

*Belly, el artista encargado de abrir el concierto, puede ser un desconocido todavía pero con el apadrinamiento de The Weeknd seguramente triunfará internacionalmente muy pronto. Sinceramente, se lo merece. Es una bomba.

Las fotos son de Chino Lemus, cortesía de OCESA.

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