The Magic Numbers se apareció en El Plaza Condesa, justo después de presentarse en el Festival Coordenada y fue una noche mágica.
Ya tienen bastantes años y algunos discos. Hay canciones memorables que sin saber, se quedaron en nosotros. The Magic Numbers es una banda que nos acompañó en nuestra juventud y no sabíamos que aún los queremos mucho.
Cuando comenzó a sonar un intro de Forever Lost en las bocinas y la banda salió para tomar cada quien sus posiciones, inmediatamente nos trasladamos años atrás cuando en la secundaria y preparatoria conocíamos esta canción pegajosa.
Los primeros acordes y a darle, The Magic Numbers nos atrapó desde el principio con Forever Lost. Coros, aplausos, gritos y demasiada emoción vertida en El Plaza Condesa.
Los hermanos Stodart y los hermanos Gannon se mostraron contentos. Disfrutan tocar, cantar y moverse por el escenario. Aman hacer música y hacen muy buena música. Sus canciones son pegajosas, bailables y nos llegan al corazón.
Algunos ya les habíamos perdido la pista, pero sin darnos cuenta siempre estuvieron ahí con nueva música.
Pasaron un par de canciones más para calentar los ánimos y llegaron una dupla de canciones que nos llevaron al pasado. ¿Quién no se ha puesto melancólico con Love’s a Game? La melodía tranquila y las voces femeninas es todo lo que necesitamos para creernos que el amor es un juego.
Pero, pareciera una continuación de la temática, llegó la bailable Take A Chance, donde todos movimos el cuerpo al delicioso ritmo de guitarra y batería. La fiesta la levantaron en unos instantes.
Hubo más recorridos por su discografía. De lo más reciente fue Sing Me a Rebel Song, que incluso iba de la mano con la enorme leyenda que se leía al fondo: This is our music. This are rebel songs. Are you in or out?
The Mule fue un viaje ligeramente psicodélico, con guitarras y atmósferas más lúgubres, una pieza que indudablemente tiene mucha fuerza en vivo.
También nos deleitaron con Anima Sola, una canción suelta que en el coro habla sobre ir a México antes de morir. Todos quedamos encantados por el detalle.
Todo transcurrió rápido y preciso. La banda bromeó, platicó y se involucró con el público. Nos pusieron a corear y descubrir las sorpresas que tenían para nosotros.
Para el final, algo explosivo: This is a song y Mornings Eleven. El público dejó toda la energía de sus cuerpos sobre la pista y dejamos una gran impresión para The Magic Numbers, quienes se retiraron con una gran sonrisa en sus rostros por el tremendo recibimiento e interacción con nosotros.
El rock pop de The Magic Numbers también es rebelde a su modo. Sin darnos cuenta, tienen un puñado de canciones memorables y es una experiencia poder cantarlas con ellos. Esperemos que no tarden en regresar y continuar con la divertida fiesta que les encanta armar.
Setlist
