Residente llegó al Palacio de los Deportes de la mano de Kase O para dejar en claro porqué ambos son de los raperos latinoamericanos más importantes de la actualidad.
En un Palacio de los Deportes lleno, pero no a reventar, se respiraba un aire de emoción, acción y un poco de nostalgia debido a la presentación de dos raperos referentes de la escena hispanohablante que sin duda generaron expectativa desde antes de que iniciara el concierto.
Kase O salió al escenario presentando sus mejores rimas. El MC del grupo aragonés Violadores del Verso, supo cómo conectar con su audiencia, esto lo fue construyendo poco a poco, desde su entrada triunfal al escenario y hasta con la plática que hizocón sus compañeros de stage.
Con una vibra extraordinaria y unas rimas perfectamente delimitadas y practicadas, el español prendió a los asistentes con frases certeras y una forma excepcional de narrar acontecimientos cotidianos en sus canciones.
Esto No Para, Yemen, Racismo y Repartiendo Arte fueron algunas de las canciones que deleitaron a los asistentes y que pusieron la mesa perfecta y el ambiente ideal para recibir al originario de Puerto Rico: Residente.
La experiencia para verlo en vivo se genera desde el momento en que los músicos van saliendo, cada uno bien alineado con su instrumento preparando la llegada de René. Fueron casi 4 minutos de música sin voz que abrió pista con Somos Anormales del disco solista de Residente.
La avalancha de éxitos conjuntos de Calle 13 no se hicieron esperar y apenas comenzaba el festín cuando sonó Baile de los Pobres para explotar definitivamente con El Aguante que una gran cantidad de gente coreo perfectamente de principio a fin.
Marcado por el documental que grabó donde conoció sus orígenes gracias a una prueba de ADN, Residente platicaba entre canción la experiencia detrás de las lírica y música de su disco solista, resaltando Guerra o Apocalíptico en esta narrativa.
Momentos emotivos como en Desencuentro o Guerra eran de inmediato superados con canciones de antaño como Latinoamérica, La Vuelta al Mundo o Calma Pueblo y complementadas a la perfección con las coreadas y bailadas Atrévete, Muerte en Hawai y No hay Nadie Como Tú.
Sin duda esta noche dos de los grandes talentos del Rap hispanohablante se juntaron no solo para defender su puesto en la escena si no para celebrar frente a su gente, su público, lo importante de alzar la voz con lo que pensamos, nuestra ideología, y de unirnos para cantar al unísono.