Kali Uchis volvió a pisar la CDMX, pero ahora en un recinto íntimo y cuyo show resultó ardiente y bastante bien logrado.
La colombiana es muy querida y amada por el público mexicano. Sus letras son honestas y su voz bastante atrayente e hipnotizante.
Su figura física no se queda atrás. Derrocha sensualidad y fuego latino. Seduce al público con suaves contoneos o frenéticos bailes por todo el escenario. Conecta con el público y hace que nosotros queramos más.
La noche comenzó con una apertura previa de Girl Ultra, quien fue bien recibida y que poco a poco se abre camino entre la escena musical.
El platillo fuerte comenzó cuando los músicos acompañantes salieron y tomaron sus posiciones y luego Kali Uchis, con un pantalón negro ajustado y una blusa de encaje, salió con energía para hacer vibrar las emociones del público.
Dead to Me fue la canción que abrió el setlist y siguió con más canciones que dieron un repaso por sus principales materiales discográficos: Por Vida (2015) e Isolation (2018), siendo este último la excusa para presentarse y promocionar su música por tierras mexicanas.
La voz es indiscutiblemente bella e impactante. Kali Uchis desborda talento y a pesar de su corta edad, ha sabido aprender y crecer en esta industria. Su profesionalismo la ha llevado a tener colaboraciones y trabajar en conjunto con artistas de talla grande como Tyler The Creator o Damon Albarn.
Por otro lado, Kali, a pesar de ser colombiana, creció en Estados Unidos, pero eso no quita su amplia influencia de música latina. Eso lo demostró al momento de cantar Sabor A Mí, un clásico de la música de los boleros, cuya composición original pertenece a nuestro compatriota Álvaro Carrillo (1921-1969) y que nos puso a cantar junto con ella.
El concierto fue breve, alrededor de una hora, pero de gran calidad. La carrera de Kali Uchis es relativamente corta, pero da pasos gigantes rumbo a la consolidación de su carrera musical. No es la primera vez que pisa México y esperamos que no sea la última.
Chécate el setlist: