Molotov llegó al Foro Felipe Villanueva en el Parque Naucalli, para presentarse frente a un lugar con sold out en donde, casi durante una hora y media, tocó lo mejor de su rebelde y emocionante discografía.
Contrario a lugares como el Plaza Condesa o el Lunario donde hay cada semana una buena cantidad de conciertos, este venue del norte de la ciudad de vez en cuando los tiene y desde el acceso o la venta de cerveza, es toda una experiencia.
De cualquier forma sorprendía la cantidad de gente que iba llegando al lugar para ver a la banda que hace unos meses se presentó en Rusia por el pasado Mundial. Se sentía un ambiente con ganas de echar desmadre, hacer slam, cantar y corear canciones.
Llegó el inicio del evento y, aunque no venía en la publicidad de los pósters, una banda llamada Reina Molly fue la encargada de abrir el evento. Con todo y su Rock Clásico les costó mucho trabajo conectar con una audiencia que no tenía muchas ganas de escucharlos.
La banda hizo todo lo posible pero pasó sin pena ni gloria en el escenario con canciones como Creando Luces y Es lo Que Soy, donde se vieron con energía pero sin el apoyo del público.
Llegó el turno de Molotov y la gente explotó. El lugar estaba lleno hasta en los lugares más alejados del escenario y a cada canción los gritos, saltos y algunas mentadas de madres aparecían entre las personas para cantar Oleré y Oleré y oleré el UHU, Amateur y Lagunas Mentales.
La banda, contrario a un par de veces antes que los había visto en vivo, se notaba con un ánimo y energía peculiar en el escenario; haciendo chistes, conviviendo, rolando instrumentos entre ellos para tocar Blame Me o Marciano.
Me llamó la atención cómo las personas que vivieron a Molotov en su juventud, ahora traían a sus hijos a cantar Quen Pom Ponk, Here We Kum y Gimme Tha Power con la misma energía y pasión que ellos hace varios años.
A pesar de los años, ver a Molotov en vivo sigue siendo una experiencia casi catártica cuando cantas sus canciones; se genera una experiencia colectiva cuando cantas junto a dos mil personas Chinga tu Madre, Puto o Frijolero.
Justo ésa sigue siendo la esencia de Molotov a pesar de los años, que aunque incluso ¿Dónde Jugarán las Niñas? tenga poco más de 20 años, sus canciones siguen teniendo vigencia entre el público mexicano de diversas edades, siempre con el punch que los caracteriza.
Puede que ya no tengan el desmadre y el ambiente que tenían a mediados de los 90, pero los integrantes de Molotov siguen dando de qué hablar con sus canciones y sus presentaciones en vivo, si no, los invito a que griten “chingo yo, chinga tú…” junto a cientos de personas haciendo slam.