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Future Islands regresó a México para brindar un fantástico concierto en El Plaza Condesa que le aplaudió todo.

La noche la inició Wet Baes, el proyecto mexicano de Andres Jaime que fue el encomendado para iniciar la fiesta que nos deparaba.

Wet Baes, hace unos años empezando en solitario y después sólo con baterista, ahora era integrado por dos músicos más con instrumento fijo en el bajo y en el sintetizador, haciendo de esto una banda en absoluto.Da un gran gusto ver crecer proyectos mexicanos que son buenos.

Wet Baes, aunque al principio no se generaba empatía del todo al auditorio, con su funk y lo-fi lo fue haciendo para ganarse calurosos aplausos y ovaciones.



Mientras esperábamos la salida de Future Islands, hits ochenteros sonaban en el audio local haciendo amena esa espera. Unos tipos bastantes fresas platicaban justo detrás de mí sobre sus problemas del primer mundo, mientras uno de ellos deseaba con todas sus ganas un toque de mota.



No pasó mucho tiempo y el trío estadounidense formado por el tecladista Gerrit Welmers, el bajista William Cashion y el vocalista Samuel T. Herring, quienes también se acompañaban del baterista Mike Lowry que los sigue en los shows en vivo, salieran a cancha entre gritos y aplausos de emoción.

Ran fue la primera en sonar del setlist. El primer sencillo de su nuevo álbum The Far Field, sería la representante de afirmar la presencia de Future Islands a escena.

Con Beauty of the Road la gente se prendió y algunos comenzaron a saltar. A Dream Of You And Me, una de las más esperadas, fue por supuesto de las más coreadas y ovacionadas de la noche.



Samuel T. Herring no dejaba de moverse de un lado a otro, de dar vueltas como desquiciado sobre su propio eje y moviendo las caderas, de cachetearse y darse de golpes en el pecho. Era todo un show aparte lo que el vocalista tenía para que no le quitáramos la vista ni un segundo, aparte de su gran capacidad vocal y de interpretación. Es un todo un dramaturgo del escenario.

Atrás de Samuel, más pulcros y serios estaban Gerrit Welmer, probablemente el más nerd de todos, pero siendo el más genio con ese sintetizador y cajas de ritmo que soltaban los beats y que nos hacían olvidar por completo las guitarras que la banda no usa.

William Cashion y sus bajeos asombrosos entre la seriedad que de igual manera emanaba, y Mike Lowry, el más sonriente en su batería que daba cambios bruscos que iban de menos a más y marcaban el ritmo de las canciones.

Doves, Sun In The Morning, Balance donde un fan bastante güero que se notaba no era de este país, cantaba con toda pasión y ademán incluido. Los tracks seguían saliendo desde las entrañas del setlist que era pura música linda entre letras desgarradoras actuadas y recitadas a la manera de Herring.



Samuel conmovió a todos en su interpretación de A Song Of Our Grandfhaters fijando su mirada hacia un punto superior y cantando hacia el cielo en dedicación a sus abuelos mientras las lágrimas le recorrían sus mejillas.

Las primeras melodías de Seasons (Waiting On You) sonaron y El Plaza se puso de cabeza para cantar a todo pulmón uno de los mayores hits de la agrupación.

 Tin Man y Spirit cerraron la primera parte del show para regresar minutos después a interpretar en el encore Fall from Grace, Inch of Dust, Viero’s Eye y Little Dreamer que dieron término a un show de Future Islands que sin ser tan espectacular, fue grato de destacar gracias a la entrega y encarnación que Samuel T. Herring logra sobre el escenario, cautivando a todos y demostrando ser uno de los frontman más brutales de estos tiempos.

Fotos por: Arturo Rosetti

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