IAMX alzó el telón del Lunario en Ciudad de México gracias a la jugada de Eyescream.
Pasadas las 20:00 horas, las luces bajaban de tono. Sombras por detrás del escenario se distribuían hacia la batería, y dos sintes a cada costado. IAMX estaba en nuestra casa.
Con una arquitectura sencilla, IAMX logró que cada espectador viviera su experiencia. El cabaret oscuro planeado a la perfección vaticinaba una noche llena de emociones al compás de cada acorde y golpe duro a la batería.
Luego de dejar a un lado a Sneaker Pimps, Chris Corner pensó en IAMX (I-AM-X) como un escape y estrategia para romper con el mainstream. Adopta así un un enfoque independiente para su música.
Si bien las letras y su imagen viajan por temas que invitan a la reflexión de género, a la identidad sexual, política, muerte, al uso de drogas y decadencia, pero que también coquetea con las textura del amor.
IAMX sabe lo que hace, y por qué lo hace. Corner puede quedarse a la mitad del escenario alzando los brazos, y no como el clásico DJ de Tomorrowland, sino como un ser queriendo abrazar a su público, siendo sincero.
No hubo ni una sola canción que causara que el público quedara en pausa o silenciado. Canciones como Alive in New Light, Break The Chain, Knives, Exit, The Alternative, Mercy, fueron muestra de ello.
Gozar de una creatividad musical y escénica pocas bandas logran. IAMX goza de ese privilegio. Chris hace y deshace el templete. Toma en sus manos un par de láminas de espejo y refleja las luces que nacen del suelo para iluminar como seguidor a Janine Gezang (bajo, teclados, coros). Así mismo con Sammi Doll (teclados, coros) y Jon Siren (baterista).
La complicidad de cada integrante es evidente. Cual infección te contagian su emoción por ejecutar su instrumento. Desde luego, hacemos mención también al pulcro trabajo del ingeniero de audio y manejo de los visuales.
El Lunario se presta para tener esa intimidad a veces perdida por grandes bandas. Chris Corner se acercaba a tocar las manos de cada fan, se dejaba querer por sus seguidores. Agradeciendo en su lengua y tratando de hacer lo mismo en español. ¿Cómo no querer a un artista así?
La oscuridad del cabaret fue pieza fundamental para lograr el éxtasis sensorial. Cual precisión del metrónomo, cada golpe al bombo, a la tarola, fueron compañía para el juego de luces, sencillas, impactantes visualmente.
¿Son felices gente bonita? Preguntó Corner, quien usa dos micrófonos para cada efecto en su voz. Yo estoy muy feliz justo ahora, agregó. Al costado Janine cambiaba de atuendo y de instrumento. Sammir revisaba las secuencias, y Jon respiraba un poco luego de sudar realmente cada canción.
Cuando se creía que la presentación se perfilaba a su fin, luego de salir dos veces a escena, el beat subió. Con él, la energía de los que presenciamos un gran cierre de la gira Alive in New Light.
A pesar de que Kat Von D no estuvo presente por su embarazo, IMAX le agradeció a distancia para luego interpretar The Power and Glory. Al fondo el arte conceptual bañado en rojo fue la mejor solución.
Es una fortuna asistir a conciertos de esta talla. Con una logística adecuada, y un manejo artístico que denota profesionalismo. Musicalmente IAMX esta completo. Tiene partes ruidosas, glitch, capas, texturas, y silencios cuando deben ser.
La voz quejumbrosa en tonos menores, es elegante y cuaja demasiado bien con el arreglo musical de los teclados y percusiones. Body Politics es un breve ejemplo.
Será imperdible ir a otro concierto cuando regresen; ojalá que lo hagan. Podrás sumergirte en ese plano paralelo exótico, misterioso y seductor de IAMX.