El Festival Knotfest se realizó por tercera ocasión y muchos concordamos que ha sido la mejor edición hasta el momento, dejándonos una experiencia única e irrepetible.
A muchos nos hizo ruido el saber que Slipknot no vendría a su propio festival, pero los organizadores supieron compensar con un cartel que nos emocionó al saber que A Perfect Circle sería el headliner principal.
Además de A Perfect Circle, al atractivo menú se agregaba el regreso de Korn, Anthrax y la banda alterna de Corey Taylor, Stone Sour.
Las letras chiquitas del line up fueron un plus que pocos aprovecharon. Tech N9NE, Cerberus, Oni y Here Comes the Kraken fueron el platillo de entrada pero en ese momento muchos aprovechaban el tradicional precopeo en el exterior del festival.
A partir de Ill Niño comenzó a notarse un aumento considerable de asistentes, que se repartían entre los tres escenarios disponibles, además de conocer las opciones de comida y las actividades extras que podías visitar mientras esperabas a alguna banda en especial.
Como punto negativo nos llamó mucho la atención de que los baños eran unisex, lo cuál generaba enormes filas de espera para poder accesar a alguno. También podemos agregar que el vaso conmemorativo en un principio solo se podía conseguir en una carpa y la fila era enorme para poder hacerte de uno.
Este tipo de detalles, a pesar de entorpecer un poco la experiencia, no opaca los puntos positivos del festival y por supuesto la música que se podía disfrutar en los escenarios.
Los horarios fueron atinados y gustó que los dos escenarios secundarios terminaban temprano para darle preferencia únicamente al principal, así que a partir de Stone Sour ya no debías preocuparte por lo que ocurría en otro lado.
Anthrax, Anti Flag y Children of Bodom fueron de los más visitados durante la tarde. Las expectativas fueron cumplidas y muchos quedaron satisfechos con su espectáculo.
El Knotfest cuenta con una comunidad de veteranos que han seguido bandas desde hace más de 15 años y por lo mismo se hizo natural casi no ver un mosh pit. Sí, el cuerpo ya no aguanta.
El público en su mayoría amable y entregada a la música, salvo por las excepciones contadas de gente violenta y resentidos sociales (a un amigo lo golpearon en la cara) y los amantes de lo ajeno que aprovechan la multitud para robar carteras y celulares (considero que se está volviendo un problema muy serio), además supe de casos de hombres manoseando a las mujeres (¿qué pasó ahí mi México?).
Después de Stone Sour llegó el momento de una banda amada por muchos al acompañarnos en nuestra adolescencia. A pesar de la larga trayectoria, Korn volvió a demostrar su gran talento sobre los escenarios, con su considerado nü metal que nos hizo corear con clásicos como Got The Life o Falling Away From Me.
Al término de Korn, muchos asistentes comenzaron a retirarse, sabiendo que faltaba el plato fuerte de la noche: A Perfect Circle.
Se entiende el por qué, A Perfect Circle es una banda de culto y muchos cometen el error de compararla con Tool (a pesar de que APC ni siquiera es un proyecto de Maynard, sino de Billy Howerdel). El mismo error de los que comparan a Stone Sour con Slipknot.
Los que se quedaron sabían que la hora había llegado. Después de una larga espera de años para tener a APC en nuestro país, esa noche se iba a escribir un momento histórico.
Abrieron con The Package y de ahí siguió una larga lista de canciones que todos reconocieron y cantaron. Maynard, como es su costumbre, oculto en el fondo, entre el humo y las sombras y aún así con una fuerte presencia en el escenario.
Billy Howerdel y James Iha pulcros con las guitarras. El sonido era brutal y crearon una hermosa atmósfera con algunos arreglos extras en las canciones.
Fue un cierre perfecto y no es imaginable otra banda que haya llenado de una manera tan magistral la ausencia de Slipknot.
El festival terminó y todos salieron felices por haber tenido la oportunidad de ver a bandas que difícilmente regresan. La tercera edición fue un éxito y quizá ha sido la mejor hasta el momento. Habrá que estar atentos al próximo año, ¿lograrán superarlo?
Fotos cortesía de Zepeda Bros.
