La Raíz se hizo escuchar con La Hoguera de los Continentes 2017 en SALA Corona el pasado sábado 9 de septiembre a través de letras que buscan reivindicar a la cultura hacia un sentido y significado más sustancioso.
En una escena llena de propuestas y ritmos, a veces resulta poco común encontrar bandas con un discurso fundamentado y consciente del contexto sociocultural actual.
Sabemos que es difícil descubrir el hilo negro de la música. Bandas que suenan a lo mismo y que se suben al mame político solo para atraer los oídos de un público que busca encontrar en la música el desahogo por una sociedad cada vez más corrompida e individualizada, son el objetivo principal para que algunos se suban a un tren que pasa con más frecuencia que la línea 2 del metro capitalino.
Infinidad de casos hemos visto subir a los escenarios del Vive Latino; desde la banda con mayor trayectoria, hasta aquellos que apenas comienzan.
Pero es, a veces, en los foros más pequeños y con las bandas menos sonadas, donde realmente se siente una inconformidad casi palpable por parte de los músicos.
Ese fue el caso de La Raíz, quienes – a pesar de que Pablo (vocalista) hiciera énfasis en que no les gusta ser catalogados como una banda de protesta –, demostraron gran empatía con los acontecimientos que agobian a nuestra sociedad desde siempre.
Pese a la poca asistencia en el lugar, la banda española subió al escenario llena de energía y efusividad – que les duró todo el concierto –, misma que fue bien recibida por el público espectador que los esperaba con ansias.
Entre gritos, brincos y el canto del público – casi al únisonido –, escuchamos temas como Nos Volveremos a Ver, Muérdeles y El Grito Latinoamericano seguido de unas palabras de Pablo, quién dedicó El Circo de la Pena:
“Para la gente que hace música hoy en día”.
Así transcurrieron temas como Por Favor, Llueve en Semana Santa y Elegiré, que pusieron a todos a bailar al ritmo del reggae y del ska.
“Tanto tiempo esperando venir, estando tan lejos pero sintiéndonos tan cerca.”
Tampoco hicieron esperar los agradecimientos personalizados para algunos de sus fans presentes, reconociendo su lealtad.
“En España hay gente que no conoce muchas canciones de tiempo a atrás y hemos encontrado a gente de aquí que las conoce y quisimos invitar a Ángel (fan) a que toque con nosotros.”
Ángel, quien se encontraba entre el público, subió al escenario con ukulele en mano para tocar De Mar en Mar con la banda.
“Vamos a seguir con esas canciones que no teníamos planeado tocar, esta es una canción que nos gusta mucho y que habla de la banda.” – El Tren Huracán
En breves palabras dedicaron Entre Poetas y Presos a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. Para continuar con Radio Clandestina y Suya Mi Guerra.
“No hay lucha más bonita que la que va contra el racismo.”
Luego de tocar La Hoguera de los Continentes, A la Sombra de la Sierra y Rueda la Corona, se despidieron – porque ya se les había acabado el setlist que tenían contemplado – comentando que pese a que tocaron canciones no planeadas, tampoco querían quedar mal con el público arriesgándose a tocar temas que hace mucho no ensayan.
Sin embargo, prometieron volver el próximo año a un escenario más grande para continuar la fiesta. Concluyeron con agradecimientos a los asistentes, incluso, algunos de los integrantes bajaron del escenario para bailar con el público la última canción. Finalmente aprovecharon para agradecer y presentar a todo su staff, quienes estaban entre el público disfrutando del espectáculo.
Todo concluyó como una fiesta íntima. De esas donde no se siente la diferencia entre la banda que está arriba del escenario y la gente que canta abajo de él. Es justo en esos detalles donde se nota la diferencia entre un músico y otro. No importa el género o el discurso que traigan, lo relevante es un espectáculo bien ejecutado, dándolo todo en el escenario; eso a mi parecer, hace a un artista digno de su público, sin importar la cantidad de asistentes.
¿Ya los escuchaste? Dales una oportunidad y dinos qué te parecen.
