¿De dónde proviene la inspiración de los músicos? Buscando el origen de sus creaciones, algunos parecen haber llegado del espacio o de otro mundo.
Introducirse en los misterios que alberga el cosmos siempre ha enajenado al ser humano. Los antiguos griegos, personas que rayaban en la genialidad, dedicaron vidas entras a observar el infinito. Gracias a ello hay múltiples aserciones de las que podemos disponer, incluso cuando las variantes no se inclinen a nuestro favor.
¿Qué proviene de este espacio que vacila en aires siderales? ¿Cuántos secretos podríamos recoger de tan amplio espectro?
Tendríamos que despojarnos de múltiples regocijos que nos adornan hoy en día para concretar una respuesta, solo nos queda interponer un juicio con la evidencia empírica que tenemos en la tierra.
Los griegos fueron bondadosos al regalarnos la inmensa dicha de sus doctrinas, gracias a ello personaje icónicos han adiestrado sus lecciones con magnifica idiosincrasia en múltiples labrantíos, uno de ellos: La música.
Television – Elevation (Marque Moon 1977)
En el año 1970, Estados Unidos atravesaba el arrebato de un conflicto armado, socialmente se recuperaba y la escena musical estallaba en represión. Los grandes músicos se arraigaban a sus creencias mientras que los principiantes experimentaban con complejos formatos. Arriesgando su prometedora, Television rebosó su primer listado con art-punk, como resultado una piedra celeste que dejaría un colosal cráter.
Time – Pink Floyd (The Dark Side of the Moon 1973)
Hedonismos, crítica social, pasajes bíblicos, secuencias extraídas de una mente giróvaga, introspección; Se consagraron por 17 años en las listas Billboard. Cultivar una masa de dimensiones abismales solo puede ser verdad gracias a 4 herederos del conocimiento alquímico. La gente aún se pregunta cómo fue posible colocar angularmente cada trazo, cada cierre de ciclo, para llegar a nuestros pensamientos más profundos, conocernos un poco más y hacernos crédulos que no hay atajos para la velocidad del tiempo.
Moth to a Flame – The GOASTT (Midnight Sun 2014)
¿Existe la vida después de la vida? Sean Lennon nos da indicios no solo de esta interpelación, sino que pone las cartas sobre la mesa con una versión renovada de un músico indescifrable: John Lennon.
El dueto que se complementa con Charlotte Kemp Mulh sugeriría que han viajado constelaciones enteras, reposando un periodo en uno de los satélites de Saturno, trayendo como souvenir un aerolito compuesto de folk psicodélico.
Pyramid Song – Radiohead (Amnesiac 2011)
En la década de los 80s, el ambiente se tornaba favorable para la culminación de nuevos proyectos musicales en Inglaterra, solo bastaba alguien que iniciara la racha. Nada alienta más el éxito que un cerebro fantaseando con la total libertad de sus ideas. Radiohead en cada lanzamiento predispone del alma inmune del oyente, cerrando cada vez más la brecha entre el cuerpo y la mente.
White Hidden Fire – Weird Owl (Nuclear Psychology 2007)
Encontrar un géiser en los derrubios frontales de Marte fue una hazaña que pasaría a la posteridad. Hallar estos mismos en nuestro interior es muestra de una fuente inagotable de inspiración. Cuestión de causa y efecto para quienes aseguran existe una piel bajo nuestra piel. Este disco es una oda a la psicodelia, aquella que exterioriza conflictos mentales.
Morning Rain – Liquid Visions (Hypnotized 2002)
La nave nodriza aterrizo en Alemania en 1994, traía consigo la pureza de cientos de constelaciones, sintetizándola en 5 albums y 2 EPs. Viajando giroscópicamente entre cuerpos astrales para traer un equilibro al ser, al término de cada tema solo queda una saciedad incompleta, dejando sabor de pasividad en los labios.
“La música da alma al universo, alas a la mente, vuelos a la imaginación, consuelo a la tristeza, vida y alegría a todas las cosas”
-Platón