Dicen que no se arma un omelette sin antes romper unos huevos. Bueno, pues en este festival no armas una machaca sin antes reclutar a muchos de los mejores exponentes del rock en español e invitarlos para presentar sus éxitos (algunos artistas tendrían que desempolvarlos, porque cabe recordar que los escribieron por ahí de los 80’s).
Por: FdeJV
Y no solo eso: aguantar el calor del verano regio. Calor, no de los 40 grados que marcaba el termómetro… sino el de los fanáticos, fieles y presentes que seguro llevaron la temperatura a más.
Dlorenzas, David Aguilar y AJ Dávila fueron las primeras propuestas que hicieron despertar las bocinas para darles la bienvenida a los primeros asistentes que poco a poco daban forma al festival.
Con el orgullo “culichi” al frente, desde la forma en que está escrito su nombre, El David Aguilar ofreció su estilo musical independiente que muchos definen como “jazz – trío – norteño”. Fueron distintos temas de su disco Eco los que trazaron los primeros movimientos de baile entre los presentes.
Después de una breve… pero alterna intervención de AJ Dávila, siguió Madame Recamier, quien demostró que ser la segunda voz de Alex Syntek fue el empujón para consagrarse como una artista llena de talento. Mientras Recamier tocaba su versión de Ay Papacito sonaba el rockabilly de Cállate Mark con Dónde Voy.
El calor subía cada vez más, pero eso no impidió que la media hermana de Camila Sodi Tessa Ia nos invitara a “acicalarla” seduciendo a más de uno con su voz; tampoco que los Rebel Cats perdieran su glamour, luciendo unos impecables trajes con todo y moño abotonado hasta el tope.
Su sacrificio no fue en vano, pues a los pocos minutos de iniciar su turno prendieron a los asistentes con temas como Déjenme rocanrolear, La chica rockabilly pero fue en Hombre lobo adolescente cuando no pudieron más y se despojaron de sus prendas de gala.
Le siguió el romance de Siddhartha, con temas como Extraños convirtiéndose en la música de fondo perfecta para que más de una pareja se fueran a la sombra de los árboles y demostrar que el amor no lo detiene ni un calorón de más de 40 grados.
Casi una hora después llegaron los locales de Jumbo señalando en cada oportunidad que son un grupo más unido que nunca, y listos para iniciar su próximo tour.
Mientras el pequeño gran rockstar pedía una Tutsi pop, los asistentes pedían una y otra cerveza para mitigar el calor y apilar sus vasos conmemorativos.
“¿Todos estos vasos? ¡no son míos! yo solo llevo una cheve, los demás me los encontré tirados” le decían un preadolescente a su hermano mayor, el cuál cantaba Fotografía y se preparaba para ir a ver a los Aterciopelados, ubicados en el escenario del otro extremo.
Para llegar, cruzabas el Casa Comedy en donde los comediantes stand up trataban de arrancarles una que otra carcajada a los visitantes. Sorpresivamente había más público con el comediante en turno, Alan Saldaña, que con los Aterciopelados.
Pero acá también se tenían sus propias bromas: “La de los Aterciopelados es la Lady Gaga colombiana” se refería entre risas un asistente sobre la vocalista Andrea Echeverri. Con atuendos coloridos, y hasta un gorro de nube con arcoíris, la banda interpretó su éxito más esperado: Bolero Falaz, y al terminar agradeció a su público “exquisito”.
Al mismo tiempo, el argentino Miguel Mateos construía su propia máquina del tiempo para llevar al público a finales de los 80s. A pesar de sus más de 60 años, el artista logró prender a gran parte del auditorio y volvió a convertir en adolescentes a los serios empresarios, que no les importó manchar sus camisas Banana Republic.
“Esta es mi sesión de aerobics” les comentaba a los asistentes antes de interpretar Cuando seas grande. “Creo que ya nadie quiere ser estrella de rock and roll ni presidente de la nación, ahora apenas ser o influencer o youtuber” se escuchó entre el público.
Mateos se despidió para abrir paso a sus compatriotas Illya Kuryaki and The Valderramas, sorprendentemente ninguno de los dos artistas que integran esta agrupación parece haber sentido el paso de los años.
Con su Coolo y con el de Jennifer López, los porteños pusieron a bailar a los asistentes… pero fueron las palabras “Mi nombre es Cooler O´Connor…” las que hicieron explosión retando a todos a Abarajame la bañera frase que, a la fecha, muchos desconocen su significado.
Al otro lado se escuchaba el sonido villero de Pablo Lescano y Damas Gratis, con mezclas de canciones de desamor, tropicales y hasta uno que otro cover pop… eso sí, nadie escapó de ser contagiado por los ritmos únicos que calentaban a todo el cuerpo, a pesar del cansancio y del calor.
Y a las casi 10 de la noche, se alborotó el vecindario con todo y los hijos del quinto patio al llegar la Maldita Vecindad e invitar a una gran fiesta musical para todos los que vinieran en paz. A primera vista podemos ver que los años le han pegado a Rocco Pachucote… pero en entrega y energía podemos asegurar que sigue intacto.
Paz y baile fue la promesa del vocalista, acompañado de una receta de los temas legendarios de esta banda que ya celebra sus 30 años y que es responsable de Solín, Don Palabras, Toño, y de que las nuevas generaciones supieran que el tequila triple es el preferido de Tin Tan, tal y como aparece el cameo en la canción de Pachuco.
Como es costumbre, su presentación estuvo llena de comentarios políticos, pero sin perder el tono de unión y optimismo. Llevando poco a poco la noche para caer en los ritmos del saxofón y ser antesala uno de los temas más famosos de la banda: Kumbala.
Eulalio Cervantes (Sax) hizo que nos olvidáramos un poco del cansancio y el calor, para relajarnos y entregarnos a la noche, porque muy bien sabemos que de la noche son las cosas del amor.
Ante las protestas del público, pues Maldita seguía tocando, en pantalla apareció un artista plasmando el logotipo del Machaca Fest en uno de los sombreros de Pesado, el grupo que cerraría la actividad del sábado.
Cambiando un poco el tono que se había manejado a lo largo del día, ellos entonaron sus ya conocidos temas como Tragos de Amargo Licor, Chiquilla Cariñosa, Dile, el nostálgico momento para recordar a Juan Gabriel con Te lo pido por favor a dueto con otro Juan: el colombiano Juanes. “¡Arriba Juanes!” se confundió con el clásico “¡Arriba Juárez!” para ir despidiendo la noche del sábado.
El domingo los más de 40 grados no cesaron, y prendieron fuego al último día del Machaca 2017, con las primeras actividades: Miró iniciaba con Ando Perdido, Disidente citaba a Andy Warhol con Enciendan Luces, Pedropiedra agradecía a los asistentes, Buffalo Blanco sonó alegre con Mambo y Costera enamoró con Me quitas el aire.
Ya entrada la tarde Ile llegó para llenar un poco de romance el escenario que Los Victorios dejaron encendido con su tema Psicótico, e ir trazando el camino para Guasones, Rostros Ocultos y el esperado Coda.
En el otro extremo del festival, había uno que otro despistado que preguntaba si los de Camilo Séptimo eran los hijos del español Camilo Sesto. Sonaba Miénteme antes de dar paso a los capitalinos de Little Jesus con su Magia.
Siguió Porter como banda, luego Pepe Madero como solista… los de Jalisco entonando junto con la alegría del público Host of a Ghost y el segundo encantando a una joven audiencia con Noche de Brujas, tema de su nueva producción.
Le siguieron Los Claxons despertando emociones y suspiros de un público en su mayoría de preparatoria… “los voy a invitar a mis quince años, tengo un amigo que es amigo de Nacho”, se escuchó por ahí mientras tocaban Cualquier Forma de Amor.
“Definitivamente, nunca me voy a cansar de escucharlos en vivo” agregó una pareja antes de darse un beso.
En ese escenario reinaba el amor, y en el otro el desamor durante la presentación de Coda al entonar la canción que seguramente muchos exnovios se dedicaron después de terminar su relación: Aun. Aunque no lo van a aceptar, muchos treintañeros lloraron mientras bebían de su cerveza.
Era momento de alegrar la tarde con los españoles de Love of Lesbian y Los Pericos, estos últimos se echaron un palomazo con Damas Gratis para interpretar Home Sweet Home. Sin embargo, esto no evitó que poco a poco la gente abandonara el escenario para ir a rendirle tributo a Juanes.
En el traslado no fue raro ver a un gran número de fanáticos haciendo fila para tomarse una selfie con el comediante Carlos Ballarta en el Comedy Club.
“Eres una mentirosa… y en el infierno enterita, enterita te vas a quemar” entonaba Juanes con su Mala Gente, para seguir con La paga, Nada valgo sin tu amor, y fue durante el tema de La noche cuando un asistente preguntó que quién se había copiado de quién al escuchar el famoso coro de “otra, otra noche otra” y recordar Dile de Don Omar. La penúltima canción fue la más esperada: La Camisa Negra la cuál preparó al público para continuar y cerrar recordar al fallecido Juan Gabriel con Querida.
Por otro lado, Cuca también estaba recordando a su público lo que era divertirse en esa década de los 90’s llena de rebeldía e irreverencia, con sus canciones interpretadas por la inigualable voz aguardentosa de José Fors.
“¿A poco eso te gustaba a ti, gordo?” le cuestionaba una esposa a su esposo vestido con camisa tipo Polo y pantaloncillos cortos de tonos pastel.
“Estaba chavo, mi amor” le contestó él, mientras trataba de aguantarse las ganas de cantar la letra de La Pucha Asesina.
Fue al presentar la señorita Cara de Pizza cuando ambos hicieron un dueto de alegría, y saltaron junto a la banda, la cual demuestra que los años han pasado pero la energía no.
“Hiéreme más, que me hace tu maldad… feliz”, se despedía el escenario con las últimas notas de El Son del Dolor.
Del otro lado veíamos a un apurado Residente con el firme propósito de cantar la mayor cantidad de temas en el menor tiempo posible. Aprovechó para acusar a los asistentes de apagados y prenderlos con Vamos a Portarnos Mal, pasando por El Aguante y Desencuentro, incluso estrenó un nuevo tema titulado El Futuro es Nuestro.
Por supuesto, los tintes políticos y reclamos sociales no se quedaron en silencio y fueron recibidos con fortaleza gracias a la energía y talento musical del puertorriqueño.
Después, la fiesta terminó… y un silencio invadió por minutos el festival, hasta ser interrumpido por los primeros acordes de El Futuro de Café Tacvba.
“¿Quiénes son estos y qué les hicieron a los cafetos?” gritó un asistente mientras se iluminaba el escenario y aparecieran Rubén Albarrán con una máscara de calavera, Meme con una capa oscura muy del estilo Illuminati y Quique con una peluca larga color rosa y azul pastel.
Solo fue durante este tema, pues Rubén regresó sin atuendos a saludar, entre tímido e inocente, a los asistentes y anticiparles que cantarían temas nuevos.
Esto para dar paso a Las Flores, Cómo te extraño mi amor y Las Batallas canción basada en la novela corta de José Emilio Pacheco.
“¿Ya ven que eran nuevas?” una clara broma de Rubén, para seguir con Rarotonga, Volver a comenzar y Chilanga Banda, esta última despertando el baile y brincoteo de los asistentes.
“¿Quieren unas del Piporro?… ¿yo lo que quiero es un porro?” seguía Rubén con las bromas y hablando pausadamente con el público entre canción y canción.
Pasamos por La Chica Banda, El Puñal y el Corazón y llegar hasta el tema más coreado de todo el festival: Eres.
En medio de una noche llena de calor, romance y una lluvia de pirotecnia, el Machaca 2017 llegó a su fin, con dos días de rock en español, más de 70,000 asistentes distribuidos en los dos días.
Este fue un festival que acertó en separar los escenarios para dividir mejor al público que vino de diferentes lugares de la República Mexicana y de Estados Unidos, además de tener siempre disponibles lugares y poder caminar de un lugar a otro con mucha comodidad.
Sin duda fue una Machaca calientita, bien servida y mezclada tranquilamente para disfrutar de un festival que esperemos se arme y nos siga transportando al mejor rock en español, de ayer de hoy y de siempre.