Mägo de Oz hizo una noche mágica con su sinfónico tan esperado por todos los asistentes a la Arena Ciudad de México.
No hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla y en esta ocasión llegó el tan esperado concierto sinfónico que el grupo español Mägo de Oz le iba a regalar a su fanaticada mexicana.
Desde el año pasado que se anunció por redes sociales este evento que muchos fanáticos del mundo estaban esperando desde hace ya tiempo. Con tan solo unos días de haberse anunciado el concierto, los boletos se fueron como agua, para después anunciare un mes antes que habría un lleno total en este recinto tan majestuoso de la Ciudad de México.
La gente se dio cita desde temprano y aun con el calor sofocante que había ese día, a tres horas del concierto ya las filas de fanáticos le daban vuelta al recinto, esperando el acceso a la Arena Ciudad de México. Poco después de las 7 de la noche inició el acceso y rápido se veía como se llenaba el lugar, personas que venían de diferentes partes del mundo estaban hasta enfrente para ver a su banda favorita.
Poco después de las 9 de la noche, con una asistencia de 18 000 personas y un lugar completamente lleno, se apagaron las luces del lugar, solo quedando encendida la de la escenografía tan impresionante.
Se inicio escuchando un piano muy sutil y el telón se empezó a abrir, había llegado la hora de dar inicio al sinfónico de Diabulvs in Opera. La primera rola que escuchamos fue Dies Irae, cuando Zeta dejó de cantar la primera estrofa, una cortina negra callo del fondo del escenario y se logro ver a toda la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de México.
La siguiente canción y una de las que no podían faltar por el titulo que le habían dado al evento fue Diabulus in Musica, canción que todo mundo coreó y brincó, pues es una de las favoritas del público.
Pasaron poco más de hora y media, y ya habían cantado canciones que eras más que esperadas y con pocas sorpresas en el Set List, pues incluso aquí en Bizarro.fm propusimos algunas de las canciones que la banda española tocarían y sin equivocarnos.
Para ese instante ya habían tocado poco más de 6 de las 10 que pensamos, entre las que se encontraban, Alma, Siempre, Dies Irae, etc, pero faltaba también el aporte de otro gran vocalista español, Leo Jimenez, quien habían anunciado estaría en el concierto.
Después de una de sus rolas clásicas instrumentales de la banda, las luces se apagaron, se vieron llegar ángeles negros, una cruz gigante volteada bajaba de lo más alto del escenario y la orquesta empezó a sonar, era hora de escuchar La Cantata del Diablo y ahí fue donde Leo Jimenez salió al escenario, para cantar una Opera Rock del segundo disco de Gaia, una opera rock que tiene en la versión de estudio 5 voces, pero que aquí la redujeron a tres, Zeta, Patricia y por supuesto el invitado Leo Jimenez.
Después de los 20 minutos de La Cantata del Diablo, la banda tocó otras tres canciones, para luego despedirse de su público, hasta ese momento con el sentir de que faltaba mucho por parte de la banda, pues las canciones tocadas hasta ese momento eran muy pocas, sin embargo y tras el griterío de los fanáticos decidieron tocar un poco más y se escucho la canción Revolución, la cual esta en su disco demo que sacaron a finales de año pasado, para después tocar La Costa del Silencio y terminar con Fiesta Pagana.
Después de las 11 de la noche y con Fiesta Pagana al final el sinfónico de Diabulvs in Opera había llegado a su fin, pero al sentir por muchos fanáticos, como muy pobre en cuestión de canciones, pues faltaron muchas de las que sus fans esperaban con muchas ansias, entre ellas no podemos dejar a un lado que no se entonó uno de los clásicos de Mägo de Oz y la que tal vez, junto con Fiesta Pagana, es de las más importantes, hablamos de Molinos de Viento.
Y así fue, tras poco más de dos horas hubieron sentimientos encontrados en los rostros de muchos fanáticos, siendo tal vez, a decir de algunos de ellos al salir, uno de los conciertos más sencillos de Mägo de Oz, en lo que musicalmente respecta.