“We feel nothing Inside“, vaya frase que acompaña el coro de Going Backwards, el primer tema que apertura una nueva aventura de Dave Gahan, Andrew Fletcher y Martin Gore, el trío dinámico e histórico que marca siempre importancia de pertenecer a Depeche Mode.
Y es que marzo del 2017 es el mes de Depeche Mode con la salida del catorceavo álbum de estudio, Spirit, y el anuncio de la gira mundial Global Spirit Tour, en los que por fortuna, México forma parte de ella a pesar de que literalmente falte todo un año para que eso suceda.
….Pero dejemos eso de lado por un momento y centrémonos en Spirit, el empujón de Depeche Mode al estudio después de cuatro años.
En Spirit, el terceto inglés sigue clavado a aquel sonido que nos ha venido ofreciendo desde el comienzo del siglo con Exciter en 2001 y Playing the Angel en 2005. Un cambio que le ha funcionado perfecto dentro de la electrónica madura que transmiten y que en su momento logró mantenerse a la par de lo que se hacía en ese entonces.
“¿Qué es lo que quiere decir este cabrón con eso que dice? ¡Con mi banda favorita no te metas, perro!”. No mientas, hasta acá puedo leer tus pensamientos hacia mí.
Pero, la cosa es sencilla: Depeche Mode se ha quedado un tanto varado en su música y en la composición de la misma. No vive al tiempo actual. No van a la vanguardia de este tiempo.
Pero, ¡hey, tranquilos! ¡No sé enojen! Esto tampoco quiere decir que Depeche Mode esté haciendo las cosas mal. Por supuesto que no. Es más, todo lo contrario. Dave Gahan y compañía siguen logrando sonar estupendo en cada disco que crean. Porque ningún álbum de Depeche Mode es malo. Ninguno. Y Spirit no es la excepción.
Where’s Is the Revolution es un breve ejemplo de aquel Depeche Mode de siempre, de aquel de comienzos del siglo. Una canción madura que en su lírica se puede o interpretar y cargar hacia la política. Una letra que llena de cuestiones muchas cosas que se supone en ya tendríamos que haber resuelto.
Spirit tiene su momento reflexivo también a través de baladas, como en The Wors Crime:
“For whatever reasons we now find ourselves in this, we are all charged with treason and there’s no one left to hear“, nos canta Gahan bajo una guitarra intermitente que hace de esta pieza algo real.
Scum y You Move son sintetizadores por doquier al más viejo y puro estilo de los británicos en su electrónica inteligente.
Cover Me es una canción que pasa de ser balada, a ir a un ritmo más acelerado conforme los sintetizadores le dan más velocidad, haciendo de esto, algo brillante para escuchar.
Los destellos totales de un histórico Depeche Mode se desprenden cuando So Much Love comienza a sonar.
“You can forsake me, try to break me. But you can’t shake me now. You can despise me. Demonise me. It satisfies me so“, parte clave que interpreta Dave Gahan en So Much Love, una canción escrita por Andrew Fletcher, quien por cierto mayormente son de él las letras en Spirit.
Depeche Mode no suenan a renovación, pero ¿desde cuando le hemos exigido eso a este grupo?
Spirit en definitivo no es su mejor obra a lo largo de estos 36 años de carrera, pero no deja de ser un buen disco que detalla los destellos de los mejores momentos de Depeche Mode como banda en algunas canciones.
Lo que si hay que agradecer, es que gracias a Spirit, tenemos a Depeche Mode de vuelta de gira mundial, y mejor aún, cruzando por México en el 2018, dentro de un año.
9 años de ausencia en México que por supuesto ya pesan, y que una noticia como esta, claro que alegra a todos. Así sea que tener que esperar otro año más.
La única labor de Spirit fue venir a dejar en claro que Depeche Mode no suena a los 80’s, Depeche Mode suena al presente, y quién sabe, tal vez suene también a el futuro.
