En 2013, pudimos presenciar en el cierre del Corona Capital la actuación estelar de Giorgio Moroder, pionero de la electrónica, productor y compositor con cuatro Oscar y Grammy bajo el brazo; un legado impecable es muestra de su importancia en la música pop del siglo XX.
Por: Mario Valencia / MarioZala17
Anoche tuvo el honor de inaugurar un nuevo escenario que a partir de ya, estará en operaciones (con shows de Ace Frehley y Lacuna Coil en los próximos días): el Pabellón Cuervo, parte del Palacio de los Deportes ubicado casi en su esquina con Añil.
“¿Qué haremos esta noche? ¿Qué tal algo de Donna Summer?”, fueron sus palabras iniciales donde toda la velada fue inundada de hits tras hits. No es hasta que se escuchan sus mezclas, que en verdad apreciamos como ha marcado 40 años de relevancia en la escena musical. Desde los clásicos del Back to Disco como Love to Love You Baby, Enough is Enough, I Feel Love, Bad Girls y Hot Stuff, a los fructíferos trabajos en bandas sonoras como Midnight Express, The Neverending Story y Top Gun, con todo e imágenes de aquel culebrón estelarizado por Tom Cruise.
Un gran guiño para los fans más férreos cuando mostró su famoso Together in Electric Dreams, colaboración con Phil Oakley (The Human League). Para los asistentes más jóvenes, Moroder dio un fuerte repaso al material que formó parte de Déjà Vu, su más reciente producción cuyos duetos junto a Britney Spears, Kylie Minogue y Sia, sonaron allá arriba. Así también se dio libertad de presentar éxitos de pop contemporáneos como How Deep is Your Love. A sus 76 años, muchos DJs de pacotilla quisieran poseer el talento, carisma y frescura que el italiano mostró en la tarima.
Noche inolvidable, llena de maestría tras la tornamesa aunque hay una observación que los encargados del inmueble deben tomar en cuenta: el sonido es pésimo, culpa de la acústica. Los graves sonaron muy saturados y si estás en la parte media o trasera del Pabellón, no alcanzas a escuchar todo como es debido.
En caso de remodelar su infraestructura o tener mejores ingenieros, cambiaría por su bien, ya que el lugar tiene atmósfera, una vibra urbana especial para ver esta clase de actos. ¡Esperemos mejoren a futuro!
