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Los regios dejaron claro que el único pronóstico importante en Monterrey no es el del tiempo, es el de la cartelera masiva de eventos en la ciudad que ofrece oportunidades para todo tipo de fans y de presupuestos.

Fotos por: @yosoyanlli

Texto por: Julio Díaz

Esto quedó demostrado el sábado 12 de noviembre, fecha que Corona Northside dejó un precedente rockero y metalero ¡nunca antes visto en la ciudad! Esta “reunión rockera” en el Parque Fundidora dejó más de 13 horas de música en uno de los climas más inhóspitos y difíciles para los festivaleros.

Desde su introducción en agosto, el Corona Northside prometía entregar uno de los mejores eventos para los rockeros y metaleros de México, anunciando la primera banda confirmada: KISS, causando la sorpresa y el asombro de muchos que pensaron se trataba de una falsedad y un sueño difícil de realizar con tan poco tiempo.

La primera edición de este festival que apareció repentinamente comenzó agarrado fuerza en las redes sociales conforme anunciaba más bandas y daba más señales de vida. El “encuentro rockero” fue concebido por la sinergia de Apodaca Representaciones, grupo CIE, y Live Talent; mega agencias responsables por la producción de eventos como Pa’l Norte, el Gran Premio de México de Fórmula 1, Hell and Heaven (respectivamente), entre otros. Logrando reunir a 16 bandas internacionales que rockearon en el Parque Fundidora hasta sus cimientos.

La producción del festival fue algo antes “probado” y visto en eventos como Live Out, donde las bandas no se empalman y alternan en dos enormes escenarios, en esta ocasión llamados Northside y Corona, también emuló una pequeña versión del Hell and Heaven al contar con una Villa Vikinga donde resaltaba un stand con animales vivos que eran subyugados para el placer y egoísmo de los asistentes que pedían la foto del recuerdo y otra zona que incluía un octágono para peleas de MMA, sumadas a un Whiskey Bar, una zona con artistas tatuadores y las conocidas zonas de Food Trucks. Además de diferentes activaciones de los patrocinadores, todo esto con una organización impecable.

En esta ocasión, el festival ofreció 3 tipos diferentes de boletos: el General (se vendieron por etapas) que daba acceso como su nombre lo indica, a la zona comunal donde todos están parados y es donde la mayoría de gente permanece; el Preferente, que tenía el mismo beneficio que el anterior, sumado a una vista preferencial del escenario y el VIP, que juntaba los beneficios de los dos previos y que estaba dividido en dos, según el escenario que escogieras para tener la vista preferencial, también una posibilidad de ganar un Meet & Greet (se rifaron una semana antes) y un kit de varios regalos.

El parque comenzó a recibir legiones de metaleros con su clásica vestimenta negra desde las 11:30 hrs., aunque desde esa hora el cielo estaba cerrado con nubes y pareciera más tarde, presagiando un clima nada favorable para la duración del evento.

Los tempraneros tuvieron la ventaja de tomarse foto con una guitarra eléctrica gigante o si lo preferían en una estructura enorme con el nombre del evento donde curiosamente, cada cierto tiempo mostraba algo de pirotecnia. La jornada metalera fue inaugurada muy puntualmente a las 12:00 hrs. por Post Necrum, banda zacatecana ganadora del concurso organizado por el festival: Battle for Northside, donde el ganador abriría el evento y ellos empezaron a ponerle calor a la fría y lluviosa tarde durante media hora; antes de darle la oportunidad a los regios de Coventrate quien en conjunto con Metal One grabaron la presentación de 25 minutos para después hacer un DVD con diferentes presentaciones del grupo.

Seguidos por los neoyorquinos Kill Code que con su “rock metalero sureño” aceleraron el corazón del gran número de aficionados reunidos pese a la temprana hora. Después le toco la oportunidad a la agrupación regia de doom metal formada desde 2005: Maligno quienes han participado anteriormente en algunos de los festivales latinoamericanos más importantes, caracterizados por sus sonidos progresivos y demostraron prender fervientemente a la gente reunida.

Continuando bajo la ligera llovizna que no dejaba de caer, Vital Remains, banda activa desde 1988, llenó de death metal poco a poco los oídos de los enlodados que no dejaban de llegar y se postraban frente al escenario para ver tan prendida presentación. Sacred Reich continuó rompiendo el hielo (en este caso la lluvia) trayendo su trash metal desde Arizona. Demostrando que no nada más los estadounidenses pueden mover a las masas, los argentinos de A.N.I.M.A.L. (Acosados Nuestros Indios Murieron Al Luchar) empezaron a darle más forma al evento con sus sonidos de trash metal y sus letras cargadas de mensajes políticos pro-minorías mientras la lluvia no decidía si seguir o parar.

Los brasileños de Angra continuaron con el orgullo latino metalero, mezclando sonidos y ritmos de power metal, progressive metal, folk metal y metal neo-clásico ofreciendo un toque único de música para los reunidos, comenzando como carta sólida del evento y empezando las presentaciones de 50 minutos.

Pareciera que la lluvia multiplicara a los asistentes y ya se podía empezar a sentir calor corporal entre el público para la presentación de Haggard, banda alemana de metal neo-clásico combinado con orquesta que, pese al mal sonido del escenario, prendió a todos y los cautivo cuando el vocalista, Asis Nasseri se dirigió al público en español, antes de iniciar con Hijo de la luna y terminar su corta presentación con The Final Victory.

Tan pronto dejó de sonar el escenario Corona, DevilDriver hizo explotar el escenario Northside descargando todo su heavy metal a los miles ya reunidos abriendo con Hold Back the Day. Tras varios intentos que terminaban en el piso lleno de lodo, una veintena de fans intentaba una y otra vez armar un círculo de mosh; tras muchos golpes, resbalones, caídas y caras y ropa llenas de lodo, se pudo hace un pit enrome mientras ahora llovían vasos.

Pasó el turno a Sabaton, banda de power metal originaria de Suecia que llenó con sonidos épicos y legendarios el parque, transportando a los fanáticos a tierras fantásticas mientras movían furiosamente su puño al cielo, momento en que la madre naturaleza le dio a los presentes una lluvia tupida. Pareciera que la presentación había terminado y los guerreros desfilaban hacia el otro lado del terreno escabroso cuando el grupo activo desde 1999 regresó al escenario para cantar Primo Victoria antes de que Joakim Brodén vocalista de la banda se quitara sus lentes oscuros y admiró a todos los que estaban bajo la lluvia.

Familias enteras seguían llegando, había mucha gente maquillada y el ánimo de la gente seguía calentándose mientras la lluvia seguía castigando a todos. Sepultura comenzó su presentación que marcaba el fin de la gira de sus 30 años. Canción a canción, Los brasileños de Belo Horizonte ignoraron el hecho de que el frío y la lluvia se habían escalado mientras recorrían su trayectoria musical de tres décadas, complaciendo al gentío que saltaba, gritaba, hacía cuernos con las manos y se dejó llevar por un momento, olvidándose de las inclemencias climatológicas.

Antes de retirarse, Derrick Green, vocalista de la banda que tomó el lugar de Max Cavalera, anunciara que el 13 de enero habría nuevo material. A la par de las capas y ponchos que sacaron los presentes para resguardarse de la lluvia, los metaleros cristianos de P.O.D saltaron al escenario durante una hora para compartir su nu metal y llenar de nostalgia a los millenials con su repertorio que incluyó Boom, Youth of the Nation y Alive, canciones coreadas de principio a fin mientras la lluvia no cesaba y el frío ya hacía que se notara tu aliento cada vez que respirabas.

Siguió Carcass con una presentación explosiva desde el principio que no dejó caer los ánimos de la gente, en especial los de adelante de general y preferente que no paraban de saltar. Rola a rola, el ánimo de la gente siguió subiendo mientras los visuales de la banda mostraban perturbadoras imágenes, principalmente de genitales mientras los músicos headbangeaban sin cesar.

Con un clima frío y enlodado, los británicos se sentían como en casa y el público pudo imaginar estar en uno de los más grandes festivales de metal, Wacken Open Air, que se lleva en condiciones climatológicas similares. La gente de los mosh pits caía constantemente y los mismos enlodados ayudaban con una sonrisa. Al final, Jeff Walker y Bill Steer, ambos vocalistas de la banda, pidieron a todos disfrutar los grupos que faltaban.

Para darle inicio a la recta final, Lamb of God abrió su primera visita a la ciudad con uno de sus éxitos Walk With Me in Hell, canción que hizo explotar todos los ánimos de la gente. Pareciera que Tlaloc dio un respiro a la gente y durante esta presentación la lluvia se detuvo un momento, dando oportunidad a los presentes de estirarse un poco, aprovechando esta presentación llena de energía, fuerza y emoción.

Los tres veces nominados al Grammy (2010-2011, 2016) demostraron que dos décadas de trayectoria les han enseñado como hacer que la gente una sus fuerzas para una presentación descomunal, pues en Laid to Rest, Randy Blythe, vocalista del grupo, pidió a los miles hacer el mosh pit más grande que se vio en el evento, antes de terminar con Redneck.

Los originarios de Richmond, Virginia habían tocado el año pasado un set muy parecido en el Knotfest. Para este entonces, las 32 mil almas ya estaban en su totalidad dentro del evento y se dieron cita para presenciar un evento único, la última presentación de Twisted Sister en el mundo. Estos oriundos de Nueva Jersey ocupan la posición No. 73 de las “100 banda más grandes de hard rock” y nos mostraron de qué están hechos al brindar un set impecable empezando con What You Don’t Know, mientras la lluvia se reanudaba. Dee Snider, vocalista, habló de que éste sería el último show en la historia de la banda. Se burló de otras que anunciaron su retiro y después se volvieron a juntar y afirmó que eso no pasaría.

De hecho, invitó a los fotógrafos de nuevo para capturar las últimas fotos de este grupo que ha tocado en 38 países con 40 años de trayectoria. Dee también reconoció que las mayores reproducciones de la banda en Spotify, vienen de México. También agradeció el trabajo que Mike Portnoy ha realizado con ellos desde que su baterista AJ Pero falleció. Sumó también una felicitación a KISS por estar en el salón de la fama de rock and roll y terminó reconociendo a todas las bandas de su época.

Antes de tocar por última ocasión We’re Not Gonna Take It y bromear con la gente coreando “Huevos con aceite” después de explicarles que a la banda le llama mucho la atención de la letra en tierras hispanohablantes. Snider mostró su descontento con la madre naturaleza y se mostró enormemente agradecido porque todos aguantaron la lluvia. Después continuaron con I Wanna Rock antes de concluir con S.M.F..

Mientras tanto y tras bambalinas del escenario principal, los integrantes de KISS tenían un “Meet and Greet” con los ganadores de la rifa. Al sonido de “Alright Monterrey! You Wanted the best, you got the best, the hottest band in the world…. KISS” la gente enloquecía, gritaba eufórica y saltaba sin importar el frío y las bajas temperaturas que continuaron azotando a los presentes. Paul Stanley, Gene Simmons, Tommy Thayer, Eric Singer bajaron del techo en una estructura después de que una manta enorme que cubría el escenario con la leyenda KISS cayera y empezara la pirotecnia mientras sonaba Rock and Roll”(de Ledd Zeppelin), momento en que todos los celulares estaban en alto y no cabía un alma más en el parque.

Los neoyorquinos que se formaron en el 73 trajeron toda su producción completa incluyendo pirotecnia, fuego, una tirolesa, Simmons en las alturas y pantallas masivas en el escenario y Keep Me Coming nos dio una probada de todo eso. Detroit Rock City sonó y a pesar de toda la larga jornada, la audiencia no se achicó. También incluyeron Radioactive y Wouldn’t You Like To Know Me material solista de Simmons y Stanley respectivamente. Se escuchó Calling Dr. Love dedicada por su vocalista a quienes sufrieran de neumonía del rock.

La agrupación ya ha venido en distintas ocasiones a Monterrey, la primera hace 30 años, y se mostraron muy empáticos con los regios. Paul le dijo a la gente que es la primera vez que vienen como miembros de la rock and roll hall of fame, museo rockero ubicado en Ohio que reconoce y archiva la historia de los artistas más influyentes o figuras más importantes del género Rock and Roll por donde han pasado 10 millones de visitantes, todo esto posible con el apoyo de sus fans.

Stanley también mencionó a todos que esta sería una noche muy especial y que nadie olvida su primer KISS (traducido de: beso) antes de Firehouse. Siguió Rock and Roll Hell, Shock Me y un solo de guitarra y pirotecnia por Tommy. Las horas de música bajo el clima empezaban a cobra factura a los asistentes que por más que intentaban, querían seguir como si nada pasara. Siguieron Cold Gin, War Machine y Love Gun, canción en la cual Paul se montó en la tirolesa para pasar por encima de todos y posicionarse atrás de la zona preferente.

Luego le tocó el turno de los reflectores a Gene que salió muy lúgubre y con una luz muy tenue se iluminaba su cara mientras sangre le salía por la boca, acto seguido de que volara por encima del público hasta a una plataforma en el techo de la escenografía. También incluyeron God of Thunder, Shout it Out Loud, acompañados de láseres de distintos colores que apuntaban a una bola disco enorme y reflejaban la luz cual cielo estrellado sobre el escenario.

Los cuatro miembros tuvieron su momento de cantar y eso demostró que KISS es todo el conjunto de músicos antes de terminar su show con Black Diamond mientras la estructura donde estaba la batería de Eric subía hasta el techo. La gente no dejaba de chiflar y de corear el nombre de la banda, cuando volvieron a salir para cantar I Was Made For Loving You mientras la batería de Singer se iluminaba de todos los lados posibles y humo llenaba el escenario y toda la gente cantaba. Terminaron la presentación con Rock and Roll all Night seguidos de toda la pirotecnia que les quedaba e iluminó el cielo por al menos cinco minutos seguidos. Definitivamente, fue una anoche que jamás olvidaremos.

La organización del evento fue impecable a pesar de los detalles con el clima. Sin tener claro si el festival regresaría a donde lo vio nacer, el mensaje de “Nos vemos en el 2017” despejó dudas, uniéndose a la creciente oferta de festivales de primer mundo en la ciudad.

Y la destrucción: ¿dónde quedó? En el deterioro del zacate que terminó como un charco de lodo enorme y que confiamos que en el contrato del evento incluya una cláusula para la reactivación del zacate que desafortunadamente fue daño colateral de las explosiones épicas de los asistentes y las bandas.

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