White Lies es una banda que, en tan poco tiempo, se ha ganado y generado una gran base de fanáticos en México y también en el mundo. Y es que en estos casi diez años de su existencia desde el 2007, no ha parado en materia musical.
El gran problema con White Lies (y espero no exagerar en esto) es que cada que entra al estudio a producir canciones nuevas para un largometraje más a su historial discográfico, pareciera que baja en calidad para atrapar a sus escuchas.
Se sabe bien que aquel álbum debut de título To Lose My Life que dio a conocer a los de Londres ante el mundo, es su máxima obra. Y si, no es un álbum histórico ni nada semejante, tampoco nos confundamos. Pero sí es un álbum que podría estar considerado entre los mejores debuts del rock y/o de la música en general. Un álbum que de inmediato atrapa oídos y genera fans instantáneamente.
En Ritual y en Big TV; segundo y tercer álbum posteriores, se nota aquel efecto mágico en su música, que se desvanece y se torna más repetitivo y desapercibido.
En Ritual, White Lies aún mantiene ideas y la emoción en algunos tracks, sobre todo en los sencillos.
Por su parte en Big TV, son claramente contados los tracks que llegan a ser realmente encantadores. Las ideas se agotan gravemente.
Para éste cuarto material llamado Friends, es un álbum más del montón. Hay que decirlo tal cual. Es un trabajo donde se nota que la banda lo produce solo para mantenerse en gira, en escena, generando más dinero, más no ideas.
Friends carece de toda alma. Es aburrido en todo momento. No tiene pies ni cabeza.
Y si hay que sacarle algún punto favorable a Friends, son las secuencias de sintetizadores y teclados que son muy desperdiciados pero también rescatables en cada canción. Los sintetizadores que son ejecutados en vivo por Tommy Bowen, integrante que solo forma parte de White Lies en shows en vivo.
Take It Out On Me, el tema de apertura, una de las más energéticas y presentables, que es como tu novia patana prometiéndote que su “mejor amigo”, es solo eso, su amigo. Porque si, también hay mujeres patanas.
Pero no nos desviemos del punto: Take It Out On Me es una propuesta interesante para querer continuar escuchando el Friends completo, y así hasta que también empiece Morning In L.A. con su llamativa melodía de sintetizadores en la base como se dijo anteriormente.
Hold Back Your Love aún mantiene esa esencia de White Lies con (oootra vez) esa gran base de teclados que hace de esta canción algo más New Wave.
El mejor track del álbum, sin ninguna duda. Pero tampoco sin ser gran cosa.
Saltándonos Don’t Want To Feel It All, llegamos a In My Love Enought; otra canción que se vale gracias a toda la pista, pero que comienza prometedora y se queda en eso, solo prometedora. Si, como tu novia patana, que para variar ahora es tu ex que te insiste en volver.
…..y eso es todo lo rescatable. Realmente es un álbum para extraer, si acaso, dos o tres piezas máximo, y que son piezas musicales que seguramente serán desechables. Inclusive para la misma banda en sus presentaciones en vivo, donde cabe mencionar son bastante buenos.
En el recuento de los daños, citando a la adoradisima y bien querida Gloria Trevi (NOT), es que White Lies a casi una década de su estadía en giras y en estudio, debe darse un merecido descanso para refrescar ideas y crear nuevas experiencias, recolectar sus pasiones y desatarlos con algún nuevo álbum a largo plazo. Eso es lo que necesita White Lies, porque de no ser así, su fin como gran banda estaría esperándolos a la vuelta de la esquina, y con Friends es ya el tercer aviso de precaución.