El Hip Hop Sound Fest se llevará a cabo este 18 de junio a partir de las 12 del día en la Carpa Astros, Ciudad de México.
Por: Mayra Rojo @MayraRojo3 // @MAYRA_ROJOG
Un evento donde los cuatro elementos del Hip Hop tendrán lugar:
En cuanto al tercer y cuarto elemento estarán B Boys amantes del baile Hip Hop y las casas 4 elementos Graffiti Shop y Grave Store. Un evento que aspira a ser un espacio de difusión y aproximación a estas expresiones urbanas donde seremos testigos de las tensiones y convergencias entre la old y new School del Hip Hop nacional. Una historia viva que podrá manifestar la experiencia de los procesos de transformación tecnológica y de estilo de una brecha generacional de veinte años.
La tendencia generalizada en cuanto forma, estructura e indumentaria del Hip Hop es la que proviene de las calles del Bronx y Harlem en Nueva York, movimiento cultural que nace en la década de los años setenta como respuesta de la poblaciones afroamericanas y latinas oprimidas por una sociedad norteamericana con una ideología racista y clasista. De ahí que cuando hablamos de Hip Hop, breakdance y Graffiti también se habla de una búsqueda, reafirmación y posicionamiento cultural y político a través del sonido, la imagen y la danza en las calles. Su práctica está ligada directamente con la llamada subcultura, que incluye un imaginario de lo underground proveniente de una experiencia de resistencia y ocupación urbana.
Si pensamos que el Hip Hop de la llamada new school mexicana tiene como centro neurálgico el norte del país podemos entender que la permanente influencia fronteriza sea una de las venas principales de este movimiento en nuestro país. No obstante, en conferencia de prensa respondieron que desde hace cinco o seis años lo under ya no es parte de la experiencia del Hip Hop mexicano, ya que actualmente por el uso y circulación de las tecnologías de información y comunicación, ya hay una gran explotación comercial del género y sus grupos. Para muestra un botón: el joven Charles Ans tiene 9,825,975 vistas en su video “Si te sientes mal sólo respira” subido el 22 de enero de 2105, mientras que “Sobre la mesa”, subido el 26 de enero de 2016 tiene 4,415,552 vistas.
Lo que también marca nuevos contenidos de las letras que responden a un público cuya experiencia urbana tiene que ver con el acceso y omnipresencia del internet y los dispositivos móviles, elementos determinantes en la experiencia de la ciudad desde la conectividad y virtualización de las relaciones humanas. Lo que nos lleva a encontrar otros temas como la soledad, el desamor y el hastío naturalizado por las rutinas: “De morro en mis regalos/ nunca hubo carbón/ Siempre me trataron bien/ y nunca me faltó e amor./ Son las situaciones/ que la vida da,/ si el ave crece tiene que volar.” (Charles Ans) “¡Ah! Hoy tengo la tarde libre, voy a/ comprar un six y hasta podría pensar en irme/ lejos de ti, lejos de “no querías herirme”, bueno sí, pero cada una de tus groserías/ me sirve/…/sólo trato de matar el tiempo y hago lo/ que esté en mis manos para estar/contento/…” (Tino el Pingüino).
Otro de los puntos significativos es el papel de la mujer y el machismo en la escena hiphopera nacional, comentario razonable que hizo una periodista, ya que sólo se mencionó la participación destacada de la Hispana (Mamba Negra) como representante femenina dentro del gremio. Para algunos de los músicos “todavía las mujeres no han talacheado tanto”, otra perspectiva es que “siempre ha habido mujeres raperas pero muy pocas porque el medio es un poco difícil”. El motivo podría ser una mezcla de ambas situaciones, lo importante es que la imagen de la mujer en la escena se presenta polarizado por un lado la imagen de la mujer que presenta Mamba Negra es una luchadora incansable, una mujer cabrona —dirán algunos—, sus letras es un reclamo al sexismo y hace de la sexualidad femenina una especie de poder de destrucción: “Soy una molestia retumbando en tus sienes./ Escúpeme que regreso convertida en miles. Eres frágil, voy a romperte/ y sin tocarte seguro que ca a arderte./ Aquí nadie es nadie, imbécil lo entiendes?/ Cúbrete que esto es rap para mi gente…”
Por otro lado, a La Banda Bastön que son de la “vieja escuela”, con una trayectoria de más de 16 años. En el contexto de los años noventa será Control Machete, Plastilina Mosh o el Gran Silencio quienes destacaron en la escena comercial del rock y mezclas de rap con ritmos pegajosos y letras “con groserías” que a los jóvenes de la época nos hacían sentir subversivos aunque pasarán en programas de Televisa, cambiando El Chopo, Rockotitlán y revistas impresas como La Mosca, escenarios de la contracultura entre los ochenta y noventa. En cuanto a la escuela del rap estaba La vieja guardia, Dj Aztek, asesinos Líricos, Bocafloja y Petate Funky. La circulación del trabajo rapero era como diríamos de “boca en boca” entre las propias comunidades se movían si se consideraba que era buen material. De La Banda Bastön con el El país de las maravillas y su letra: “Hoy les voy a contar sobre un lugar fantástico/ está allá en el tercer mundo/ donde aunque muchos son pobres de todos modos son felices/ porque tienen cerveza, futbol, la iglesia…” se diferenciaba de la jerga de “groserías” por una especie de posición“revolucionaria” (2006-2007). (Entrevista Total a la Banda Bastön por Feli Dávalos, julio 2014).
Hoy encontramos a La Banda Bastön en un proceso de adaptación y cambio a la tecnología y nuevas demandas del género con ritmos más pegajosos, escenarios y videoclips más sofisticados y moldeados al estilo comercial gabacho, como es el caso de No me porto bien: “Hace mucho no me porto bien/ lo que opines no me importa nada/ al fin mañana volveré a caer/ volveré a caer/ volveré a caer/ Otra tarde borracho en una alberquita de plástico/ pasando el rato, quemando un güato de la buena/ sé por el olfato/ Se por el contacto de tu cuerpo con el mío que vamos a hacer/ un trato…Después mi mano en tu culo dándole un apretón/ Sé que te voy bien pero no pa’ boyfriend”.
Sin duda un panorama complejo por sus múltiples contradicciones que van más allá de la escena y desarrollo del HipHop nacional, es el trasfondo político y económico sobre las prácticas artísticas y culturales de nuestro país, trastocadas y moldeadas al ritmo de la transformación tecnológica que sin duda ha impactado y demandado nuevas formas de hacer, producir y circular la música. Sin olvidar, el acoplamiento a los protocolos y formas de construcción del marketing cultural inaugurado por las relaciones entre el Estado y grupos empresariales durante los años ochenta con la entrada del modelo económico y social del neoliberalismo que junto con las redes sociales y YouTube flexibilizó todavía más las relaciones entre músicos, disqueras, espacios de conciertos, productoras, estudios de grabación, políticas de difusión, etc.
El Hip Hop Sound Fest es la oportunidad de presenciar las tensiones, transformaciones y contradicciones de los resabios de la subcultura en proceso de la negociación comercial del Hip Hop y del grafitti, fundamentalmente, ya que todavía lo que respecta al Breakdance parece estar disputando, todavía su lugar en las calles. Sin prejuicios ni doble moral es el momento de participar de los quiebres generacionales, de las nuevas formas de construir y negociar la ciudad, del ejercicio de un tipo de política fuera de las estructuras tradicionales de lo que creímos era subversivo.
¿Quieres ir al Hip Hop Sound Fest? Responde las siguientes preguntas en los comentarios de esta nota y gánate un pase sencillo para este sábado: