Pastilla, banda de culto de rock independiente celebró 20 años en el Lunario y demostró que tiene más poder que el propio sol.
Cuándo me dijeron que Pastilla iba a ofrecer una fecha en la CDMX para celebrar 20 años de carrera musical, mi primer pensamiento fue: ¡Wow! ¿tanto tiempo ha pasado?
Y es que Pastilla, una banda que a pesar de sus inconsistencias, altas y bajas, salidas de valiosos miembros y mediano éxito comercial en ventas, se ha ganado un lugar muy especial en nuestros recuerdos de secundaria y preparatoria.
La tan esperada noche llegó. Seguro muchos, días antes, se prepararon mentalmente para el evento. ¿Desempolvaron sus disco o solo le dieron play a Spotify? Como sea, todo indicaba que sería una velada llena de nostalgia, de esa que nos acompañó en momentos complicados.
Las canciones de Pastilla las etiquetamos con nuestros recuerdos y cada episodio tiene su propio soundtrack. Nos gusta sufrir con música muy emocional y sincera, como Pastilla sabe hacerlo.
Poco antes de las 9 de la noche hubo una banda telonera: Piluso. Grupo de rock independiente que se abre paso entre la escena musical nacional. Ha tocado en varios recintos de la ciudad e invitó al público a conocer su propuesta, además de avisar que estarán en el Festival Marvin.
Piluso fue un buen calentamiento para lo que venía. Un rock directo, con ganas de involucrar al público, el cual se mostró impaciente por la llegada de Pastilla. Su show duró alrededor de media hora.
El turno llegó para Pastilla. Víctor Monroy (único miembro original de la banda) y compañía tomaron sus instrumentos y dieron inicio a una noche llena de éxitos de toda su discografía.
La gente le entró durísimo a corear, gritar, aplaudir y brincar. Víctor Monroy se mostró contento y deleitó con una apabullante selección de temas que recorrieron sus 20 años de carrera.
Canciones que iban por su álbum homónimo Pastilla, rolas del Vox Elektra, A Marte y más recientes Telekinetik y Sentidos Saturados.
Momentos grandiosos hubo muchos. Los músicos impecables en las canciones. Algo curioso fue ver a Víctor Monroy olvidar la letra en algunas canciones y pedir el apoyo del público para que cantaran; situación que más que incomodar provocaba hacerle caso y seguirle la corriente.
El setlist fue bastante amplio en las dos horas que duró el show. Demasiado variado, alternando canciones viejitas y nuevas, pero hubo un momento en que comenzaron a salir clásico tras clásico.
¿Por qué quieres poder?, Pastilla, Comezón, Colores y Mortal fueron algunas canciones en las que la gente cantó con demasiada emoción. Cada canción era un recuerdo. Cada que comenzaban los acordes varios asistentes volteaban a ver a su grupo de amigos y exclamaban: ¿Te acuerdas?
Las canciones más explosivas, que incluso opacaron la voz del vocalista ocurrieron en Cada Año, A Marte y Vox Electra.
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Las canciones que jamás me imaginé que tocarían y lo hicieron: Julio y Fórmula.
Un único encore con un cierre espectacular, dos covers: Bule Bule y Lágrimas.
Han sido 20 años de altas y bajas. ¿Podemos reclamar eso? No, porque Pastilla es una banda que creció con nosotros. También cometieron errores y maduraron al igual que sus seguidores.
Seguro la misma banda está igual que nosotros, con la incertidumbre del futuro y sin saber qué pasará, pero sin importar lo que ocurra siempre sabemos que tenemos más poder que el propio sol.
