Este no fue un Corona Capital como estábamos acostumbrados, el Autódromo Hermanos Rodriguez sufrió una remodelación para poder albergar el evento prioridad de la productora: La Fórmula 1.
Sabemos que los cambios son inesperados, llegan súbitamente y los individuos que se adapten más rápido al cambio tienen una ventaja en la carrera evolutiva. En general, el ser humano tiene una resistencia natural a los cambios, sin embargo… no todo es para mal.
El Corona Capital sufrió grandes modificaciones tras el regreso de la Fórmula 1 a México, así que uno de nuestros festivales favoritos se vio afectado desde la fecha hasta en la distribución de los escenarios.
Cambio de fecha
Corona Capital se venía haciendo a mediados de octubre. Siendo el clima bastante adecuado en las primeras ediciones, el año pasado nos tocó tremenda lluvia con tormenta eléctrica lo cual hizo que todos nos enlodáramos, algunos lo odiaron, otros los disfrutamos como infantes. La tormenta eléctrica provocó que Massive Attack cancelara su presentación minutos después de haber iniciado.
Las distancias
La distribución de los escenarios cambió y la distancias se acortaron, en lo personal a mi me tomó varias horas ubicarme con la nueva distribución. Aquí hay dos cosas a considerar: Sí, caminamos menos, pero el sonido del Escenario Doritos se mezclaba con el del Corona Light. Cosa que pasó en el primer Corona Capital cuando Interpol no terminó a su hora y empezaron los Pixies, sonando fatal esos minutos en que coincidieron.
Las filas para comer
Este año hubo 3 ofertas de comida. La normal, hot dogs, hamburguesas, pizzas de dominos, los ya tradicionales Food Trucks, y una zona con stands de comida Gourmet.
Está muy padre todo ese concepto de los Food Trucks, lo cierto es que atienden muy lento, el año pasado los organizadores trataron de innovar con el uso de una pulsera (la cuál este año desapareció), gran idea meter Capital Gourmet y tener más oferta de Food Trucks. Las filas eran mínimas y la espera razonable.
Aunque esto no tiene que ver directamente con la música, si tiene que ver con la experiencia de asistir a un festival. Nadie quiere pasar 1 hora en la fila para comer en 15 minutos de pie, de malas y rápido porque tienes que correr a ver a los que siguen. ¿De acuerdo?
¿Qué onda con el Bizco Club?
Sí, sabemos y entendemos que Claro Música llegó con un lana para poder darle nombre a ese escenario. También extrañamos mucho el Bizco Club que era de los mejores escenarios para bailar. El nombre del nuevo escenario es muy poco atractivo.
Servicios y comunicación
Este año no batallamos con la red, tampoco tuvimos que estar buscando oasis de Wi Fi para poder comunicarnos con nuestros amigos. Bien por poner cajeros dentro del festival. Mal por los cuates que traían una insignia que decía información y no sabían donde estaban las cosas. La app del festival fue de mucha ayuda para ubicarte y no perderte.
Curiosamente, en este Corona Capital no fue un problema ir a los gloriosos sanirent, había mucho baños cerca y no había que hacer mucha fila para poder pasar.
El VIP
Al parecer el VIP ofrecía unos baño más decentes que los Sanirent. Sinceramente siempre se me ha hecho muy pretencioso pagar un VIP cuando los beneficios que te ofrecen son mínimos. Vamos a un festival a ver bandas, djs, artistas o lo que sea… no a sentarnos en un bar a beber y ver todo de lejos. El VIP te daba acceso a baños ¿más limpios? y acceso a lugares con vista privilegiada.
Esta fue nuestra experiencia en el primer Corona Capital post Fórmula 1, recuerden que esta dinámica durará por al menos 5 años más, tiempo que la F1 estará en nuestro país. ¿A ti te gustó? ¿Qué le cambiarías?
Esperamos tus comentarios.