La noche nublada y fría no impidió que los fans del folk y lo circense de las vestimentas se presentaran en el Teatro Blanquita para un noche de increíble música con Cocorosie.
A pesar del caos de la ciudad y el frío que se ha mantenido constante durante las últimas semanas, los fanáticos de Cocorosie se juntaron en la explanada del Teatro Blanquita para escuchar sus canciones una vez más antes de entrar al recinto del centro histórico. Uno podía ver a un grupo de fanáticos caracterizados esperando en la entrada para conocer a sus héroes. Pasadas las 830 de la noche se dio acceso al teatro, que poco a poco se llenó.
Haciendo el mal fue la banda abridora los franco-estadounidenses, banda que se describe en sus redes sociales como “Post-folk hecho con mucho cariño.”, y vaya que se toman la palabra. Su música suave, combinada con la armonía de sus voces suaves y precisas en cada nota denota melancolía en cada arpegio y acorde. Ya entrada las 10 de la noche, Cocorosie salió al escenario del Blanquita.
Al dar el grito de tercera llamada, como suele ser tradición en el foro, el dúo entró dando brincos al escenario y se postraron cada una en su instrumento para interpretar sus éxitos. Vestidas con lo que parecía ser pijamas muy holgadas y pelucas coloridas, la pareja, junto con un dúo que las acompañaba en armonías y mezclas hechas, las cantantes se apoderaron del escenario desde el minuto uno, aunque la audiencia explotó hasta la mitad de la tercera canción.
Durante prácticamente hora y media las artistas de Cocorosie se entregaron en su totalidad a la audiencia, cantando, bailando y haciendo a algunos del público derramar algunas lágrimas con sus canciones. Fue un momento de comunión entre los más de 1500 personas en el teatro. Al final, como es costumbre entre varios de los artistas que visitan México, prometieron regresar a la ciudad lo más pronto posible.