Endless Forms Most Beautiful es el título del nuevo material de Nightwish, y en BizarroFM te traemos nuestra impresión del disco a una semana de su lanzamiento.
Han sido meses de mucha paciencia, expectativa e intriga por parte del ahora sexteto finlandés maestro del metal sinfónico. Pero no hay plazo que no se cumpla, y en Bizarro FM te traemos nuestra impresión del octavo álbum de Nightwish: Endless Forms Most Beautiful.
El camino hacia esta producción fue muy largo y, en ocasiones, complicado para los fanáticos. Habían pasado casi tres años y medio desde que nos dieron la última probadita de su creatividad musical (sin contar el magnífico Music Inspired In The Life And Times of Scrooge que Tuomas sacó el año pasado), aún cuando estaba Anette Olzon en la alineación. Este trabajo fue recibido de manera muy positiva tanto por los fans como por la crítica, algunas diciendo que era el mejor trabajo de Nightwish hasta el momento. Pero durante la gira que promovía este álbum, Anette fue despedida de la banda a mediados de 2012 y en su lugar entró Floor Jansen, una extraordinaria vocalista que ya había deleitado los oídos de muchos al frente de After Forever y ReVamp; asimismo, se anunció la integración oficial y permanente de Troy Donockley – flautista y gaitista experto – al grupo. La banda recorría el mundo con una solidez y seguridad como nunca se les había visto, llegando a presentarse incluso en el mítico Wacken del 2013. Sin embargo, antes de comenzar las grabaciones del disco, Jukka Nevalainen – el baterista – anuncio su retiro momentáneo del grupo debido a problemas de insomnio que ha decidido tratar, por lo que su técnico de batería y percusionista de bandas como Swallow The Sun y Wintersun, Kai Hahto, entró para reemplazarlo. Con todo lo anterior, las grabaciones de Endless Forms Most Beautiful comenzaron hasta julio del año pasado, culminando en la obra que saldrá el próximo viernes en Europa y que nosotros podremos adquirir a partir del 31 de marzo.
Bienvenidos al show más espectacular sobre la Tierra…
Resaltando la inspiración de Tuomas Holopainen para esta nueva producción, Shudder Before The Beautiful arranca con la voz de Richard Dawkins y, posteriormente, un golpe orquestral poderoso, contundente y sorprendente como nunca lo habían hecho los finlandeses, combinando la línea tradicional de la banda con un toque científico basado en el misterio y la majestuosidad del universo. Troy no aparece en esta pieza, pero quizás uno de los elementos más interesantes de la pieza es el “peloteo” entre el teclado y la guitarra en el solo, algo similar a lo que hacen sus compatriotas Children of Bodom. La pesadez y energía del metal combinadas con los arreglos orquestales y el coro dan un resultado sencillamente INIGUALABLE. La pregunta sería: si Nightwish arranca su disco de esta manera, ¿habrá forma de superar este trabajo? Y sí, sí la hay.
El disco continúa con Weak Fantasy, compuesta principalmente por Marco Hietala – a quien podemos oír cantar por primera vez en el álbum – y que no da ni un segundo de tregua entregando un intro lleno de suspenso e incertidumbre. La riqueza de esta canción radica en los elementos que juegan con las emociones del escucha, como la guitarra en los versos, misma que posteriormente regresa en el puente de la canción. No necesitamos seguir más adelante con el disco para decir que Floor Jansen cumplió con creces su papel en Nightwish y en Endless Forms Most Beautiful gracias al juego que hace con los matices de su voz: desde los graves y raspados, pasando por una voz muy tierna, hasta arañar sus límites operísticos. Esta es una canción épica por donde se le vea.
Posteriormente sigue la polémica Élan (“impulso” en francés), que no terminó de convencer a los fans tras su salida. Pero como todo buen sencillo de rock/metal, no refleja lo que es el álbum en su totalidad: no demuestra una gran habilidad por parte de ningún miembro de la banda, no tiene orquestaciones destacadas y le tira más a una onda folk. No obstante, es de destacar el tremendo sentimiento que carga esta pieza, en la que por fin podemos escuchar a Troy haciendo su trabajo en las flautas y gaitas. Después escuchamos Yours Is An Empty Hope, rola que nos podría remontar al disco Once, específicamente a Planet Hell y Dark Chest of Wonders. Un riff parecido al de esta última canción, acompañamientos orquestrales y corales que le dan cuerpo y vida a la pieza, y un contraste entre oscuridad musical y el piano clásico de Tuomas son las características que hay que resaltar de esta cuarta canción de Endless Forms Most Beautiful.
Con Our Decades In The Sun llegamos a la que podría ser la pieza más emotiva en la historia de Nightwish. El mismo Holopainen ha declarado que es un tributo a los padres de los seis miembros, por lo que fue la canción más difícil de realizar al ser tan delicada e íntima, haciendo que más de uno derramara una lágrima durante su ensayo y grabación. La conjunción entre la voz llena de sentimientos de Floor, el coro y los distintos elementos orquestrales como el harpa, las apariciones de Donockley en las flautas y los sutiles arreglos de violín hacen de esta una pieza verdaderamente memorable. My Walden continúa con la línea planteada por I Want My Tears Back en Imaginaerum, haciendo que Troy se pueda lucir con sus gaitas – dándole un toque más folk y celta a Endless Forms Most Beautiful – y dejándonos escuchar su voz combinada con la de Marco. Kai, a pesar de querer mantener las líneas que Jukka le había enseñado, integra algunos elementos que lo identifican detrás de la batería; quizás no es lo mismo que con el antiguo baterista, pero sin duda hizo un muy buen trabajo.
La canción que le da título al disco, Endless Forms Most Beautiful, regresa al tinte de suspenso y enigma que escuchamos al comienzo. Inspirada en el libro de Richard Dawkings The Ancestor’s Tale, donde todas las especies siguen su camino hacia el origen de la vida. Esta es quizás una de las canciones mejor elaboradas de todo el disco, entregando ambientes épicos, pesados e increíbles; una canción que hace justicia a su nombre y al del disco. Edema Ruh, nombre que Patrick Rothfuss le otorgó en su libro El Nombre del Viento a los artistas y músicos que viajan de pueblo en pueblo contando distintas historias, habla justamente de esas personas; con ello, podemos decir que esta canción también habla sobre la agrupación finlandesa, que día a día visita distintas ciudades y relatando las historias y los cuentos que comenzaron con Angels Fall First. Todos los tintes de Nightwish se congregan para crear esta ESTUPENDA canción: pegajosa, bien elaborada, con elementos clásicos y nuevos de la banda, mezcla perfecta entre los instrumentos, la orquesta y el coro, magistrales solos de guitarra de Emppu acompañados por el trabajo vocal y flautístico de Troy… en resumen, una verdadera maravilla.
Al borde del final, encontramos Alpenglow. Tuomas declaró que “es la canción definitiva de Nightwish porque tiene todos los elementos de los que siempre se ha tratado.” No estoy totalmente seguro, pero sin duda presenta una propuesta cuyos matices nos remontan a la época de Oceanborn, Century Child o incluso Dark Passion Play. El riff de Emppu acompañado del bajo de Marco y las flautas de Troy, la variación que Floor hace con su voz, el ataque de Kai detrás de los toms y platillos, el coro Metro Voices de Inglaterra, la orquesta a cargo de James Shearman y la entrega de Holopainen llevan el ritmo de una armónica y potente canción. Casi para cerrar y a manera de intermedio, Endless Forms Most Beautiful tiene una canción instrumental llena de emociones titulada The Eyes Of Sharbat Gula, inspirada en los ojos de la mujer afgana que estelarizó la portada de la edición de junio 1985 de National Geographic. Y todo para poder dar pie al gran show, el espectáculo principal del disco.
Pero, ¿qué decir de la canción más larga en la historia de Nightwish con 24 minutos de duración, la que cierra el Endless Forms Most Beautiful? The Greatest Show On Earth refleja sin duda eso: un espectáculo tan impresionante que hace un justo y digno homenaje a las maravillas de la vida y a su evolución en nuestro planeta, tema del que trata esta última y compleja pieza. Inspirada en el libro de Richard Dawkins del mismo nombre y dividida en cinco movimientos, comienza con un bello arreglo en el piano acompañado de un cello, a lo que de súbito y en un estrepitoso golpe musical se integra toda la orquesta, que sólo acompaña la línea melódica y base que Holopainen creó, a lo que posteriormente se suma la voz de Floor en su fase más operística. Four Point Six, el primer movimiento, finaliza con la aparición de la voz del mismo Dawknis para dar pie a Life, que arranca también sin que uno lo espere y que de un momento a otro cambia de un tema optimista y brillante a uno pesimista y oscuro, donde la señorita Jansen vuelve a hacer gala del matiz grave y oscuro de su voz para después mostrar todo su poder con un enérgico tono agudo. The Toolmaker inicia con sonidos de distintos animales y un ambiente extraño, para dar pie a una nueva intervención de la banda liderada por Marco en la voz. The Understanding, por su parte, incluye fragmentos de piezas clásicas como la Tocatta y Fuga en Re Menor y el Minueto en Sol Mayor, ambas de Sebastian Bach. Este movimiento cierra con un estridente crescendo y una explosión, poniendo “fin” prematuro a la canción dado que aún falta Sea-Worn Driftwood, sección instrumental acompañada de sonidos de la naturaleza y la voz de Dawkins narrando interesantes reflexiones sobre la vida. Lentamente, la canción se desvanece, y es así como la banda da por terminado su álbum de estudio número ocho.
Pareciera que Nightwish quiso hacer algo parecido a lo que Epica realizó con The Quantum Enigma: enfocarse más en la orquesta y coros que en los riffs. Pero, ¿aburrido? Ni siquiera por un momento; si alguien lo llegara a pensar, sería buena idea que recordara la música “tan aburrida” que es la clásica, barroca y romántica – periodos en los cuales, por cierto, se escribieron las piezas musicales más grandes de la historia -. Posiblemente sea un poco complicado de escuchar al principio debido a la cantidad de elementos que Endless Forms Most Beautiful tiene y, por supuesto, porque el disco anterior fue estupendo, pero Tuomas nos vuelve a demostrar por qué es el mejor cuentacuentos de la actualidad, y que la mancuerna que hace con su banda y el compositor inglés Pip Williams – encargado de los arreglos orquestrales – está lejos de ser imitada, y mucho menos igualada. Sumérgete en este nuevo mundo que Nightwish nos ha entregado, definitivamente vale la pena. Historias fantásticas por doquier, calidad musical, arreglos épicos, momentos emotivos, sentimientos exaltados y mateo (porque es metal, a fin de cuentas) son algunas de las cosas que te esperan con este octavo disco en el que Nightwish no es ni pretende ser lo que fue con Tarja o con Anette; este es un nuevo grupo, que con todos los elementos que ha desarrollado en su historia viene a reafirmar su trono como la más grande exponente del metal sinfónico.
Ve preparándote para este gran disco con el primer track del álbum: Shudder Before The Beautiful.
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